viernes, 11 de diciembre de 2009

La vivienda sí que pierde valor

La falsa creencia de que el precio de las casas nunca cae alimenta las burbujas inmobiliarios

DANIEL FUENTES CASTRO 11/12/2009


Resulta sorprendente que en cualquier boom inmobiliario se ignoren principios básicos de Economía y se imponga la creencia popular de que "la vivienda nunca cae de precio". Esta creencia parece estar incorporada en nuestro ADN. Qué gran razón tiene Selten, Nobel de Economía en 1994, cuando afirma que "la idea de la Teoría Económica sobre el comportamiento económico parte de supuestos racionales que no se cumplen en la realidad."

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La economía española ha sido exportadora de la crisis, y no importadora, como pueda creerse

Los hogares no solo gastan más cuando sus ingresos aumentan; también cuando se perciben a sí mismos más ricos

Las expectativas sobre el crecimiento de los precios incentivan la compra de vivienda, a ser posible a corto plazo y con gran endeudamiento. ¿Por qué con endeudamiento? Pongamos que usted adquiere una vivienda por 100.000 euros con la expectativa de revenderla al año siguiente a un precio 15% superior. Ésta será su rentabilidad económica. Considere, en cambio, que adelanta 20.000 euros y solicita un préstamo hipotecario de 80.000 euros con un interés del 5%. Al cabo de un año vende el piso por 115.000 euros.

Una vez amortizado el préstamo y los intereses, le queda un beneficio neto de 11.000 euros. Como ha invertido 24.000 euros de capital propio (la entrada del piso más intereses) y ha obtenido un rendimiento de 11.000 euros, su rentabilidad financiera es el 45.8%. Se da la paradoja de que comprar al contado no es racional. ¿Dónde está el truco? Sencillamente en que nos han prestado 80.000 euros que se han revalorizado en la misma proporción que la vivienda. ¡Es preferible echar mano de los ahorros de los demás! Y aún más: la creencia en la subida futura de los precios alimenta el apetito de los inversores, que incrementan la demanda empujando los precios al alza. Las expectativas terminan por autocumplirse sin ningún fundamento y mientras la burbuja se forma se incrementan los beneficios y se genera empleo. No hay inceptivos para pincharla. Al político que lo suguiera tampoco se lo agradecerán.

Según estimaciones del FMI el empréstito del sistema financiero español en el mercado interbancario europeo ha pasado de representar el 9,6% del PIB en 2002 al 43,2% en 2008. Caricaturizando la situación, podría decirse que el ahorro de los ciudadanos del resto del mundo ha financiado la construcción de nuestros pisos. En este sentido la economía española ha sido exportadora de la crisis, y no importadora como pueda creerse.

Leña al fuego

Por fácil que sea el acceso al crédito y por enorme la cantidad de dinero disponible, el hecho es que llegará un momento en el que no encontraremos más leña para echar al fuego. Sin nuevos recursos llega un punto en que la vivienda es sencillamente impagable y no encuentra comprador. Entonces es cuando nos percatamos de que hemos encendido una hoguera con hojas de papel, que producen grandes llamas pero que no generan brasas que permitan reavivar el fuego cuando aquellas se hayan extinguido. En lugar de brasas, tenemos cenizas. Ejerciendo fuerza sobre la palanca del endeudamiento se pasa de la especulación de algunos a la crisis de todos: la inversión del pequeño ahorrador se transforma en deudas y la renta se concentra.

A pesar de que la información estadística sobre el sector inmobiliario español no está a la altura de las circunstancias, es posible identificar en la historia económica reciente al menos otros dos booms inmobiliarios similares al actual. El primero de ellos tuvo lugar entre 1969 y 1974; y el segundo entre 1986 y 1991. Aunque cada uno de los tres periodos tiene rasgos propios, todos comparten consecuencias similares: exceso de oferta de viviendas, caída significativa de los precios y un acusado déficit exterior.

En el gráfico superior presentamos las ratios de rentabilidad de la compraventa tipo de vivienda en la última década. Independientemente del año de compra, el momento óptimo para vender es 2006. La tabla también muestra el resultado financiero del hogar que, sin medios para afrontar el coste de adquisición de la vivienda pero con recursos propios suficientes para asumir la entrada del piso y la primera cuota anual, asume el riesgo de adquirir la vivienda para revenderla un año después y vivir posteriormente en régimen de alquiler. Este comportamiento especulativo se recoge en los valores de la diagonal principal.

Percepción de riqueza

El efecto del apalancamiento es notorio, tanto en sentido positivo como en negativo. Lo mismo sucede con el resto de las diagonales de la tabla: la rentabilidad a t años se recoge en la diagonal t-ésima respectiva. La inflación inmobiliaria genera en los hogares una percepción de incremento de riqueza como consecuencia de la revalorización teórica de su patrimonio. Los resultados en el gráfico tienen el interés de estimar dicha revalorización. No ha de subestimarse el efecto de la riqueza percibida, pues puede tener un impacto significativo sobre el gasto en consumo final de los hogares. De hecho, los hogares no sólo gastan más cuando sus ingresos aumentan sino también cuando se perciben a sí mismos como más ricos.

El gráfico pequeño representa la cuota anual media de las hipotecas de nueva constitución en cada año, calculadas a partir de los Indicadores de la Vivienda del Banco de España. Mientras la primera cuota anual de una hipoteca firmada el 31 de diciembre en 1997 asciende a 4.196 euros en promedio, la primera cuota anual de las hipotecas constituidas en 2006 se eleva hasta 10.713 euros en valor real. Lo más significativo es que para retornar a las cifras de 1998 sería necesaria una reducción de casi el 40% del valor de la cuota satisfecha en 2006.
Pinchar burbujas y evaluar riesgos

Una vez que el apalancamiento especulativo ha degenerado en burbuja, poco más se puede hacer que paliar los daños sociales, recuperar la confianza, socorrer al sistema financiero y realizar una reflexión sobre la estructura productiva. Es frustrante que el sector público tenga que acudir en rescate de grandes corporaciones financieras que se han dejado arrastrar irresponsablemente por la vorágine especulativa y cuyos gestores reciben sueldos e indemnizaciones millonarias.

En cierto modo es un gran chantaje; en palabras de Bernanke, presidente de la FED, es necesario socorrer a las grandes firmas porque "cuando el elefante se cae, también aplasta la hierba". En realidad, la única medida eficaz contra el apalancamiento especulativo es prevenir y pinchar las burbujas. La solución para el sector inmobiliario español pasa por liquidar el exceso de oferta de viviendas, favorecer el mercado en régimen de alquiler, respetar la normativa que impide hipotecarse más allá del 80% del valor de tasación (lo que exige rigor e independencia) y más allá del 30% de la renta familiar, evaluar el riesgo de las operaciones a tan largo plazo (el Euríbor no va a permanecer eternamente en sus mínimos históricos) y aprender las lecciones de la historia económica reciente.

miércoles, 9 de diciembre de 2009

La mayor inundación de la historia




El Mediterráneo se rellenó por el estrecho de Gibraltar en sólo dos años, indican investigadores españoles




M.R.E. - Madrid - 09/12/09

Hace unos 5,5 millones de año y debido a un levantamiento tectónico del actual estrecho de Gibraltar, el mar Mediterráneo quedó aislado de los océanos durante un largo periodo de unos 350.00 años y se desecó casi por completo. Cuando las aguas del Atlántico pudieron fluir de nuevo hacia el este, llenaron el Mediterráneo con la mayor y más brusca inundación conocida, según los resultados de un nuevo estudio hecho por científicos españoles y franceses.


Ell gran canal hallado en los trabajos del túnel entre Europa y África es el rastro geológico del flujo de agua

"Nuestro trabajo demuestra que cuando las aguas del Atlántico volvieron a encontrar un camino a través del estrecho, probablemente como consecuencia de su hundimiento tectónico, el desnivel entre ambos mares, de unos 1.500 metros, desencadenó la mayor y más abrupta inundación que se conoce en la Tierra, dejando una erosión en el fondo marino de cerca de 200 kilómetros de longitud y unos ocho kilómetros de anchura", explica Daniel García-Castellanos, del CSIC, primer firmante del artículo que publica Nature. "La carga de agua llegó a ser 1.000 veces superior al actual río Amazonas y el Mediterráneo se llenó en tan sólo dos años". El ritmo fue de hasta 10 metros diarios de subida del nivel del mar. Hasta ahora se pensaba que este mar en medio de las tierras había tardado en llenarse mucho más tiempo.

Durante la desecación, los principales ríos que desembocan en el Mediterráneo excavaron profundas gargantas en los márgenes del fondo marino, que quedaron expuestos, y pasaron a desembocar en lagos salinos situados en las partes más profundas de la cuenca. Ésta es la prueba principal de la desecación del Mediterráneo. Cuando en los años noventa los ingenieros del túnel que debía unir Europa y África estudiaron el subsuelo del estrecho de Gibraltar se encontraron con un problema inesperado: un surco de varios cientos de metros de profundidad, rellenado por sedimentos poco consolidados. Los geólogos y geofísicos pensaron entonces que esta enorme erosión había sido producida por algún río de gran caudal durante la desecación del Mediterráneo. Según la nueva interpretación, la inundación que puso fin a la desecación del Mediterráneo fue extremadamente corta y más que parecerse a una enorme cascada debió consistir en un descenso más o menos gradual desde el Atlántico hasta el centro del Mar de Alborán, una especie de megarrápido por donde el agua circuló a cientos de kilómetros por hora.

"Como consecuencia, el canal erosivo que atraviesa el estrecho tiene unos 500 metros de profundidad y hasta ocho kilómetros de anchura, y se extiende a lo largo de unos 200 kilómetros entre el golfo de Cádiz y el mar de Alborán", explica García-Castellanos."Esperamos que el artículo contribuya, en cierta medida, a planificar las obras del túnel para unir Europa y África. El trabajo se basa en buena parte en los estudios preliminares de ese proyecto, muy condicionado por la presencia de ese canal erosivo que nosotros relacionamos con la inundación. Sería cerrar un bello círculo que nuestra investigación acabara contribuyendo a la construcción del túnel con nuevo conocimiento", apunta este geólogo.

jueves, 26 de noviembre de 2009

La dignidad de Catalunya

Después de casi tres años de lenta deliberación y de continuos escarceos tácticos que han dañado su cohesión y han erosionado su prestigio, el Tribunal Constitucional puede estar a punto de emitir sentencia sobre el Estatut de Catalunya, promulgado el 20 de julio del 2006 por el jefe del Estado, rey Juan Carlos, con el siguiente encabezamiento: "Sabed: Que las Cortes Generales han aprobado, los ciudadanos de Catalunya han ratificado en referéndum y Yo vengo en sancionar la siguiente ley orgánica". Será la primera vez desde la restauración democrática de 1977 que el Alto Tribunal se pronuncia sobre una ley fundamental refrendada por los electores.

La expectación es alta. La expectación es alta y la inquietud no es escasa ante la evidencia de que el Tribunal Constitucional ha sido empujado por los acontecimientos a actuar como una cuarta cámara, confrontada con el Parlament de Catalunya, las Cortes Generales y la voluntad ciudadana libremente expresada en las urnas. Repetimos, se trata de una situación inédita en democracia. Hay, sin embargo, más motivos de preocupación. De los doce magistrados que componen el tribunal, sólo diez podrán emitir sentencia, ya que uno de ellos (Pablo Pérez Tremps) se halla recusado tras una espesa maniobra claramente orientada a modificar los equilibrios del debate, y otro (Roberto García-Calvo) ha fallecido.


De los diez jueces con derecho a voto, cuatro siguen en el cargo después del vencimiento de su mandato, como consecuencia del sórdido desacuerdo entre el Gobierno y la oposición sobre la renovación de un organismo definido recientemente por José Luis Rodríguez Zapatero como el "corazón de la democracia". Un corazón con las válvulas obturadas, ya que sólo la mitad de sus integrantes se hallan hoy libres de percance o de prórroga. Esta es la corte de casación que está a punto de decidir sobre el Estatut de Catalunya. Por respeto al tribunal –un respeto sin duda superior al que en diversas ocasiones este se ha mostrado a sí mismo– no haremos mayor alusión a las causas del retraso en la sentencia.

La definición de Catalunya como nación en el preámbulo del Estatut, con la consiguiente emanación de "símbolos nacionales" (¿acaso no reconoce la Constitución, en su artículo 2, una España integrada por regiones y nacionalidades?); el derecho y el deber de conocer la lengua catalana; la articulación del Poder Judicial en Catalunya, y las relaciones entre el Estado y la Generalitat son, entre otros, los puntos de fricción más evidentes del debate, a tenor de las versiones del mismo, toda vez que una parte significativa del tribunal parece estar optando por posiciones irreductibles. Hay quien vuelve a soñar con cirugías de hierro que cercenen de raíz la complejidad española. Esta podría ser, lamentablemente, la piedra de toque de la sentencia.

No nos confundamos, el dilema real es avance o retroceso; aceptación de la madurez democrática de una España plural, o el bloqueo de esta. No sólo están en juego este o aquel artículo, está en juego la propia dinámica constitucional: el espíritu de 1977, que hizo posible la pacífica transición. Hay motivos serios para la preocupación, ya que podría estar madurando una maniobra para transformar la sentencia sobre el Estatut en un verdadero cerrojazo institucional. Un enroque contrario a la virtud máxima de la Constitución, que no es otra que su carácter abierto e integrador.

El Tribunal Constitucional, por consiguiente, no va a decidir únicamente sobre el pleito interpuesto por el Partido Popular contra una ley orgánica del Estado (un PP que ahora se reaproxima a la sociedad catalana con discursos constructivos y actitudes zalameras). El Alto Tribunal va a decidir sobre la dimensión real del marco de convivencia español, es decir, sobre el más importante legado que los ciudadanos que vivieron y protagonizaron el cambio de régimen a finales de los años setenta transmitirán a las jóvenes generaciones, educadas en libertad, plenamente insertas en la compleja supranacionalidad europea y confrontadas a los retos de una globalización que relativiza las costuras más rígidas del viejo Estado nación. Están en juego los pactos profundos que han hecho posible los treinta años más virtuosos de la historia de España. Y llegados a este punto es imprescindible recordar uno de los principios vertebrales de nuestro sistema jurídico, de raíz romana: Pacta sunt servanda. Lo pactado obliga.

Hay preocupación en Catalunya y es preciso que toda España lo sepa. Hay algo más que preocupación. Hay un creciente hartazgo por tener que soportar la mirada airada de quienes siguen percibiendo la identidad catalana (instituciones, estructura económica, idioma y tradición cultural) como el defecto de fabricación que impide a España alcanzar una soñada e imposible uniformidad. Los catalanes pagan sus impuestos (sin privilegio foral); contribuyen con su esfuerzo a la transferencia de rentas a la España más pobre; afrontan la internacionalización económica sin los cuantiosos beneficios de la capitalidad del Estado; hablan una lengua con mayor fuelle demográfico que el de varios idiomas oficiales en la Unión Europea, una lengua que en vez de ser amada, resulta sometida tantas veces a obsesivo escrutinio por parte del españolismo oficial, y acatan las leyes, por supuesto, sin renunciar a su pacífica y probada capacidad de aguante cívico. Estos días, los catalanes piensan, ante todo, en su dignidad; conviene que se sepa.

Estamos en vísperas de una resolución muy importante. Esperamos que el Tribunal Constitucional decida atendiendo a las circunstancias específicas del asunto que tiene entre manos –que no es otro que la demanda de mejora del autogobierno de un viejo pueblo europeo–, recordando que no existe la justicia absoluta sino sólo la justicia del caso concreto, razón por la que la virtud jurídica por excelencia es la prudencia. Volvemos a recordarlo: el Estatut es fruto de un doble pacto político sometido a referéndum.

Que nadie se confunda, ni malinterprete las inevitables contradicciones de la Catalunya actual. Que nadie yerre el diagnóstico, por muchos que sean los problemas, las desafecciones y los sinsabores. No estamos ante una sociedad débil, postrada y dispuesta a asistir impasible al menoscabo de su dignidad. No deseamos presuponer un desenlace negativo y confiamos en la probidad de los jueces, pero nadie que conozca Catalunya pondrá en duda que el reconocimiento de la identidad, la mejora del autogobierno, la obtención de una financiación justa y un salto cualitativo en la gestión de las infraestructuras son y seguirán siendo reclamaciones tenazmente planteadas con un amplísimo apoyo político y social. Si es necesario, la solidaridad catalana volverá a articular la legítima respuesta de una sociedad responsable

miércoles, 25 de noviembre de 2009

La Guerra Civil torna als diaris noruecs

La publicació del llibre "Mil dies" recorda la participació de Noruega al conflicte espanyol

Josep Coll | Oslo (Noruega), lector corresponsal | 25/11/2009 | Actualizada a las 14:31h | Lectores corresponsales

Tota la tragèdia humana, política i social relacionada amb la Guerra Civil espanyola ha estat una qüestió que sempre ha despertat gran interès a Noruega, des del mateix moment de la revolta franquista l'any 1936 fins a l"actualitat. Durant tots aquests anys ha aparegut un llanguíssim número de llibres d'autors noruecs parlant d'aquest tema, i traduïts d'altres idiomes. La recent publicació del llibre Les veus de Pamano, de Jaume Cabré -extraordinàriament elogiat per la crítica noruega- i de Tusen Dager (Mil dies), dels autors noruecs Jo Stein Moen i Rolf SÆther que s'acaba de presentar, no fan més que demostrar el constant seguiment que s'ha fet de la Guerra Civil. La televisió estatal NRK també ha participat últimament amb diversos programes tractant del mateix tema.

Val la pena remarcar que el primer dels dos autors citats és assessor d'opinió, i procedeix de l'ala esquerra del socialisme. Ha estat conseller de l'anterior primer ministre socialista Thorbjørn Jagland (actual secretari general del Consell d'Europa), del grup parlamentari socialista al parlament, i també conseller de l'actual primer ministre, el també socialista Jens Stoltenberg. El segon ocupà la direcció de l'Associació de Naviers, i posteriorment fou director del Fons de la Seguretat Social. És a dir, dos posicions ideològiques ben diferenciades de dreta i esquerra, que donen equilibri a les pàgines del llibre.

Mil dies, és una aportació nova a l'estudi de la Guerra Civil, bàsicament enfocat sobre la presència directa i indirecta de Noruega en el conflicte, recordant fins i tot el nom dels 200 soldats voluntaris d'aquest país que es van enrolar a l'exèrcit republicà, i no menys a tot el seguiment polític de la tragèdia, vista des de Noruega. Per altra part, recorda que s'enrolaren set voluntaris noruecs en el bàndol franquista. Són 370 pàgines, en les que els autors del llibre també aporten una visió internacional del conflicte, que asseguren tingué la següent repercussió: la lluita entre la República Espanyola i els revoltats dirigits per el general Franco aguditzaren les diferències ja existents entre els fronts polítics d'Europa.

Ha estat un voluminós treball de recopilació de dades que ha durat anys, estenent-se fins a la visita del president del govern espanyol José María Aznar a Oslo, l'any 2001. Al final fa referència a la iniciativa posada en marxa pel president actual, José Rodríguez Zapatero, sobre la revisió de la memòria històrica. L'idea bàsica és tractar amb detall la història dels noruecs que van anar a Espanya per allistar-se a les brigades internacionals, dels metges, membres d'equips sanitaris, periodistes i mariners, i no menys de les importants repercussions polítiques posteriors. És també l'estudi de la línia política seguida pel govern del llavors primer ministre Nygaardsvold i del Partit Socialista noruec, que es va veure forçat a escollir la política de neutralitat, enlloc d'adoptar una posició de solidaritat activa amb els seus col·legues espanyols. Recorda també que molts interessos comercials, ben aparellats amb els partits conservadors noruecs, es mostraren més interessats en assegurar el comerç amb l'Espanya franquista, que en ajudar a la República Espanyola. Per qualificar-ho d"una manera més expressiva i dura, es podrien recordar les paraules d"un dels més alts polítics republicans d"aquells temps, que considerava que els països que havien seguit la política de no-intervenció formaven part de l"Europa que havia traït a la República Espanyola.

Recorda el llibre que Noruega jugà un paper modest en la Guerra Civil, mentre que, per altra part, projectà llargues ombres sobre la consciència d'aquest país. Durant molts anys constituí un dels temes bàsics en el debat social noruec, fins a tal punt que repetidament dominava les primeres pàgines dels diaris. Es produí una mobilització del món cultural i artístic, un compromís a nivell popular, una controvèrsia política, crisi ideològica dins del govern, campanyes de lobbisme y complicacions de caràcter diplomàtic. El llarg període de govern de Franco, que va existir després de la Segona Guerra Mundial, esdevingué un trauma permanent per l'esquerra noruega.

Quina és l'idea bàsica perseguida pel llibre, que pugui complementar el ja voluminós material existent sobre la Guerra Civil, que com es pot veure encara continua sent notícia i motiu d'estudi a Noruega? La resposta es pot trobar al pròleg del llibre, quan assegura: "A l'Espanya d'avui el tema de la Guerra Civil continua sent una ferida oberta. Ara està per caure el 'pacte de silenci" que ha viscut Espanya, desprès de la mort de Franco l'any 1975. Al nostre país, Noruega, mai ha existit un 'pacte de silenci', relacionat amb la guerra espanyola".

S'exposa en les seves pàgines una qüestió de rellevància, que resulta interessant no passar de llarg, doncs continua tenint una actualitat aclaparadora i permanent dins del món polític mundial: es tracta del paper que van desenvolupar els lobbys noruecs durant la Guerra Civil, com a portaveus i defensors d'interessos concrets, que actuaren activament, sense escrúpols i amb notòria gran eficàcia, sobre els mitjans de comunicació. Eren creadors d'opinió a favor de Franco, influenciant sectors concrets de l'economia, una activitat que principalment portaren a terme les companyies navilieres noruegues. En fou la millor mostra la campanya que va tenir lloc a Noruega l'any 1937, amb el propòsit de desacreditar a la República Espanyola.

Al principi ningú discutia el caràcter feixista i retrograda de la revolta franquista, un fet que de manera progressiva fou hàbilment obviat, i posteriorment tergiversat per molts interessos econòmics, i no menys pels partits conservadors, que contaven amb la col·laboració activa i bel·ligerant de l'església catòlica noruega. Coincidència curiosa: quasi al mateix temps s'exposava al Kunstnernes Hus d'Oslo el quadre Guernica de Picasso, una etapa en el camí cap Amèrica. Aquesta campanya obtingué el resultat que buscava, dividint al govern socialista noruec, que finalment va haver d'optar per exactament allò que no volia fer: deslligar-se d'una política d'ajuda a la República Espanyola, i apuntar-se a la política de no-intervenció.

Per arribar a aquesta situació de rebuig contra el que amb màxima vehemència es denominava el perill comunista -que la quasi totalitat de la premsa atribuïa llavors a la República Espanyola- es magnificaren els problemes per els que passaven els interessos econòmics, i de manera concreta la marina mercant noruega. A fi de d'exposar-ho amb dades concretes i fidedignes, els autors de Mil dies han revisat a fons hemeroteques, documents oficials, arxius, referències de sessions parlamentaries, i altres fonts informatives que fins avui no s'havien consultat.

A principis de 1938 tingué lloc el Congrés dels Sindicats socialistes, on es criticà durament la política de no-intervenció, exigint que el govern de la República pogués comprar armes per defensar-se. Pocs dies després, el ministre d'Afers Exteriors amenaçava amb la seva dimissió, si no obtenia autorització per enviar un delegat comercial prop del govern de Franco. No es produí ni dimissió ni crisi governamental, però sí que s'agreujaren les diferències al Partit Socialista noruec, amb la major part de les seves més representatives figures a favor de la República. Paral·lelament tenia lloc una gran activitat per part dels socialistes, a escala nacional, recollint diners per diverses activitats d'ajuda humanitària a la República.

Al llarg de les seves pàgines, el llibre recorda declaracions i articles apareguts a la premsa noruega, reproduint informacions hàbilment preparades a fi de forçar al govern socialista a mantenir la política de no bel·ligerància, en relació amb la Guerra Civil. Es posa de relleu que molts dels temors econòmics presentats com fets reals, moltes vegades eren ficticis o exagerats, que exposaven un temor més que una realitat. Una coneguda figura política noruega d'aquell temps, Vidkum Quisling, nom que posteriorment esdevingué sinònim de "traïció", se sumava a aquest moviment de pressió sobre el govern noruec, mostrant-se partidari del reconeixement de Franco.

Assegurava aquell polític, posteriorment molt recordat per la seva col·laboració amb Hitler durant l'ocupació nazi de Noruega, que "últimament quasi han desaparegut les exportacions a Espanya, i la marina mercant noruega no pot usar els ports espanyols, que abans eren els més importants pel seu tràfic per mar". Senyalava també que a l'Espanya de Franco hi havia "la part més important de l'industria de l'oli d'oliva, tant important per l'industria noruega de la preparació de peix, per no oblidar altres productes d'exportació a Espanya, com la cel·lulosa, la pasta de paper i el peix". Arrodonia la seva argumentació atacant violentament al govern socialista noruec, que "per la seva ideologia marxista deixava de protegir els interessos de Noruega, retardant el reconeixement del govern nacionalista espanyol, que sense cap dubte dintre de poc dominarà tot el país".

Tota aquesta campanya havia començat amb motiu de la importació de raïm espanyol, que s'havia hagut d'efectuar amb vaixells anglesos "degut a que els noruecs no ho podien fer". I així continuà aquesta campanya contra la República Espanyola, en la que van participar molts sectors de l'economia noruega, com per exemple els exportadors de bacallà. De manera sistemàtica i continuada s'enviaven textos als diaris del país, degudament diferenciats i de fàcil comprensió entre els lectors de cada regió als que anaven destinats, acompanyats d'eloqüents títols, com per exemple: "Ha perdut Noruega el mercat del transport marítim a Espanya?". Segons els autors del llibre, el que realment es valorava no era precisament la qüestió econòmica, sinó la importància que tenia el prendre posicions, abans de que Franco guanyés la guerra. El dia 31 de març del 1939 Noruega reconegué oficialment el govern de Franco.

Avergonyits segurament per aquells fets, Noruega recomençà al final de la Segona Guerra Mundial la lluita contra el regim franquista, de manera especial a les Nacions Unides. A partir d'aquell nou moment històric, a Noruega ja ningú defensà al règim espanyol, i va aparèixer un front d'actuació comú en el que tots participen: que la democràcia torni a Espanya, democràcia que ja feia temps havia mort.

En les 370 pàgines del llibre trobem temes d'especial relleu, com el de l'Hospital Sueco-Noruego a Alcoi durant la Guerra Civil. El mateix es pot dir sobre els 2.000 soldats que formaven la legió estrangera francesa que lluitaren a la batalla de Narvik, al nord del Cercle Polar. Després d'una dura lluita, aquells soldats aconseguiren la primera victòria aliada contra les tropes de Hitler, i en aquest punt el llibre posa èmfasi en el fet que molts d'ells eren soldats procedents de l'exèrcit de la República Espanyola, que s'havien refugiat a França després de la derrota. Recorda que el número d'espanyols dins de la legió era molt nombrós, i va ser el primer contingent en entrar triomfant a Narvik, després de durs combats contra tropes alemanyes d'elit. Menciona també que al cementiri de la legió estrangera francesa, a Narvik, es poden veure moltes tombes amb noms de soldats espanyols.

No falten tampoc amples referències a la labor informativa portada a cap pels corresponsals de guerra noruecs, homes i dones, desplaçats a Espanya durant la Guerra Civil. Entre ells Willy Brandt, que es trobava a Barcelona durant els tràgics i caòtics dies de maig del 1937. De nou a Noruega, Willy Brandt parlava de què hi havia coses que mai podria oblidar, com la bellesa de Catalunya, i el fort sentiment per la llibertat que tenien els espanyols. També es fa referència a la descripció que aquelles dones periodistes van fer del bombardeig de Guernica per la legió Kondor, enviada per Hitler per ajudar a què Franco guanyés la mal anomenada Guerra Civil. No falten tampoc descripcions de la sagnant batalla de Madrid, de l'Ebre, etc.

Per la redacció de Mil dies s'ha buscat informació a molts arxius internacionals, i en el que fa referència als d'Espanya s'han consultat l'Archivo General de la Guerra Civil Española, l'Arxiu Nacional de Catalunya, el Museu d'Historia de Catalunya, i altres institucions, a Valls, Gandesa i Albacete. I entre moltes referències de diaris mundials hi ha La Vanguardia del 9 de novembre del 2008

PERFIL DE JOSEP COLL


Professió: Jubilat
Visc a... Un pas d'Oslo, Noruega
Des de... Bona part de la meva vida
El millor de Noruega: La tranquilitat i el lluminós estiu nòrdic
El pitjor de Noruega: Les carreteres gelades i el llarg hivern


domingo, 22 de noviembre de 2009

Discurso homenaje a Ernest Lluch


Alocución del presidente de la Generalitat, José Montilla, durante el acto en memoria de Ernest Lluch celebrado en Maià de Montcal

JOSÉ MONTILLA 22/11/2009

Buenos días amigos y amigas, Ahora hace un año, en este mismo lugar, recordábamos el carácter polifacético de Ernest.

José Montilla Aguilera

José Montilla Aguilera

Recordábamos como resultaba imposible, al hablar de él, separar al intelectual del barcelonista; al político, del profesor; al economista del tertuliano.

Y cómo los diferentes paisajes de su trayectoria vital (Vilassar, Barcelona, Valencia, Girona, Madrid, Santander, Donosti o Maià), formaban un todo continuo. Porque todo le interesaba, porque nada era ajeno a su curiosidad intelectual.

Aún así, en esta aparente dispersión temática y geográfica, en esta imagen de sabio despistado que tanto le gustaba cultivar, latía una enorme coherencia ideológica y de valores.

Fue esta coherencia la que inspiró, tanto su compromiso político, como su búsqueda intelectual y su vertiente divulgativa. Fue esta misma coherencia suya la que se hacía insoportable para los que lo asesinaron.

Coherencia, por ejemplo, en la defensa del pacto constitucional como el mejor camino posible para el triunfo del consenso sobre los esencialismos de uno y otro signo. Como el marco de convivencia para los pueblos de España. Por eso defendió, en todas partes, la opción de un "constitucionalismo útil", generoso, flexible e integrador.

Hoy, cuando los posicionamientos como el de Ernest no parecen estar de moda, nosotros nos reafirmamos en su defensa, con la misma coherencia y con el mismo convencimiento testarudo de Ernest.

De aquí nuestro compromiso con el Estatut que votaron los catalanes. De aquí, nuestro malestar ante aquellos que pretendan menospreciar la voluntad democrática de los catalanes expresada en las urnas, que apoyaron el año 2006 un texto negociado entre el Parlament de Catalunya y las Cortes Generales, y aprobado por éstas como ley orgánica.

Quiero recordar que nuestra constitución proclama en su preámbulo la voluntad de "proteger a todos los españoles y los pueblos de España en el ejercicio de los derechos humanos, sus culturas y tradiciones, lenguas e instituciones".

Tenemos una constitución que quiere proteger a los pueblos de España y no tiene que servir de pretexto para recortar el autogobierno acordado entre dos cámaras legislativas y refrendado por el pueblo.

Miquel Roca, uno de los ponentes constitucionales, en motivo del vigésimo quinto aniversario de la Constitución, decía que "reconocer, respectar y facilitar el desarrollo de esta concepción plural de España es la máxima manifestación de lealtad constitucional".

Aquí encontramos uno de los pilares de la situación que vivimos hoy: admitir o negar, propiciar o bloquear el desarrollo de la concepción plural de España.

Porque una visión restrictiva del carácter abierto e inclusivo de la Constitución española, una visión que cierre el paso a la concepción plural de España sería el peor servicio que se podría hacer a la propia Constitución.

Defender la Constitución española es promover su espíritu integrador, plural, abierto y acogedor. Utilizarla en sentido contrario es ponerla en peligro.

Quiero recordar, por tanto, a aquellos que tienen la alta responsabilidad de velar por la constitucionalidad de nuestras leyes que la interpretación de la Constitución no tiene que dañar en ningún caso el carácter abierto e inclusivo del texto constitucional.

La Constitución que "reconoce y garantiza el derecho a la autonomía de las nacionalidades y regiones", tiene que ser leída desde la mirada generosa de los que la votamos, al servicio de un pacto político y de un proyecto compartido.

Lo que ayer fue escrito, acordado y votado para unir, no puede servir hoy para dividir. Éste es el verdadero espíritu constitucional. Espero que nadie dañe de forma temeraria e imprudente este espíritu.

Y por eso mismo, perseveramos y perseveraremos en la defensa de nuestro Estatuto. Quien pretenda reducir la presente situación a una nueva fase del denominado "problema catalán" se equivoca.

Éste no es un problema exclusivamente nuestro, según y como, ni principalmente nuestro, sino una cuestión que atañe, en primer lugar, a todas las instituciones del Estado y a todos los españoles, ya que de ella se derivará en el futuro este proyecto español común de convivencia en la diversidad.

Por eso, desde el máximo respeto por la institución y su mandato constitucional, no puedo dejar de lamentar y de expresar la gravedad de la situación a la que nos están llevando el retraso y las filtraciones interesadas sobre el Estatut aprobado por el pueblo de Catalunya.

Nadie puede ignorar la histórica responsabilidad que tiene el Tribunal ante la sentencia del Estatut. No se puede ignorar una realidad irrefutable: por primera vez en 30 años han de pronunciarse sobre una ley refrendada por el pueblo. Una ley refrendada por el pueblo de Catalunya que es la ley que configura nuestro autogobierno.

Tanto la excepcionalidad de la ley, como la excepcionalidad de la actual situación del Tribunal, obligan a que el respeto a su función y el acatamiento de sus decisiones vayan acompañados de la máxima prudencia y sentido de Estado.

Es la hora de la responsabilidad histórica.

Acabo con unas palabras de Miguel Herrero y Rodríguez de Miñón, otro ponente constitucional, cuando recuerda que "la propia finalidad de la norma se desvanece, si su letra no puede ser interpretada [...] a la luz de la realidad social del tiempo en que tiene que ser aplicada". Confío que este sea el criterio que finalmente se imponga.

Los catalanes y las catalanas dijimos claramente cuál es el Estatut que queremos. Un Estatut aprobado por el Parlament, negociado con el Congreso y el Senado y acordado por las Cortes Generales, que al votarlo lo consideraban plenamente constitucional. ¿Estamos todos equivocados? Estoy seguro que no.

Ernest Lluch, que tantas y tan apasionadas polémicas había mantenido con Miguel Herrero, seguramente hoy estaría bien presente en el debate, defendiendo encarnizadamente el constitucionalismo útil y, precisamente por eso, Ernest estaría hoy defendiendo la constitucionalidad de nuestro Estatut.

Un país y una sociedad se reconoce en sus referentes y en el trato que les dispensa. En este sentido, pienso que los catalanes, y en especial los socialistas catalanes, hemos sabido conservar la memoria de Ernest de la mejor manera posible: manteniéndonos fieles a los ideales compartidos. Eran los suyos. Eran y son los nuestros.

Y con este espíritu nos tenemos que saber guiar, para seguir reclamando respeto por lo que somos y por lo que, como pueblo hemos decidido y dicho que queremos ser.

Muchas gracias.

martes, 17 de noviembre de 2009

"Ser 'pirata' es mucho más que oponerse al canon"

El embrionario Partido Pirata español apuesta por modificar la Ley de Propiedad Intelectual, pero también por una democracia participativa

MIGUEL ÁNGEL MEDINA - Madrid - 17/11/2009

El reciente éxito del Partido Pirata sueco, que consiguió representación en la Eurocámara, y, en menor medida, del alemán, ha puesto en boca de todos a una formación que está presente ya en 27 países. También en España. ¿Quiénes son los piratas españoles? Por ahora, un partido con 133 afiliados y todavía sin sede que no pudo presentarse a las últimas elecciones por falta de firmas. Pero también un grupo de personas convencidas de que es sólo "cuestión de tiempo" emular aquí los resultados del país nórdico y elevar al debate parlamentario sus propuestas de eliminar el canon digital y potenciar el software libre. "Queremos llevar la revolución de Internet a la vida democrática", resume su presidente, Carlos Ayala, para quien ser pirata "es mucho más que estar a favor del libre intercambio de archivos".

Ayala, un ingeniero técnico de Comunicaciones de 29 años y con un trabajo a tiempo parcial, preside la Junta Directiva Nacional del Partido Pirata español. Aunque la formación existe desde enero de 2007, todavía está lejos de alcanzar los resultados que han sorprendido al mundo. "Es cierto que no tenemos muchos afiliados", comenta el presidente, "pero más de 3.000 personas se han registrado ya en la web, y los simpatizantes son muchos más". Además, recuerda que el Partido Pirata alemán "también tenía pocos afiliados, unos 900, antes de conseguir más de 200.000 votos en las últimas elecciones. La diferencia está", continúa, "en que ellos tenían una buena estructura de base, con gente en todo el territorio nacional, y eso todavía tenemos que conseguirlo nosotros".

Por eso, su principal objetivo ahora es dar visibilidad a su proyecto en todo el país. "Tenemos ya agrupaciones locales en Madrid, Cataluña y Aragón", dice el responsable de Relaciones Públicas del partido, Ignacio Blanco, "mientras que se están formando en otras ocho comunidades". Estos grupos serán los encargados de sacar a las calles un debate que ya se está haciendo en Internet: la mayoría de las reuniones se realizan de forma telemática a través de una especie de chat, mientras los distintos grupos de trabajo estudian cuestiones más concretas en un foro al que se accede desde su página web.

El 'ideario' pirata

¿En qué consiste el ideario pirata? "Los piratas no somos sólo quienes queremos quitar el canon", responde Ayala, "defendemos las libertades públicas, los Derechos Humanos, la transparencia, la modificación de las patentes informáticas, y apostamos por la Sociedad de la Información". Una apuesta clara por Internet: el discurso suena similar al de otros partidos homónimos, pero con un mayor hincapié en la participación ciudadana. "Los piratas suecos negociaron con otro partido, Los Verdes, y dijeron que seguirían su ideario en los aspectos que quedaban fuera de su programa", continúa el presidente, "nosotros tenemos prohibidos los pactos de legislatura y los gobiernos de coalición en nuestros estatutos".

Su propuesta para tomar las decisiones que queden fuera de este ideario es la Iniciativa Legislativa Ciudadana, una herramienta muy parecida a la Iniciativa Legislativa Popular: serán los propios afiliados quienes propongan las medidas que les interesen; luego, habrá un debate y una votación, que debe tener un amplio consenso. "Si se cumplen los requisitos, el partido va a tomar esa iniciativa y la va a defender allá donde tenga representación", explica el presidente, "lo que no tiene sentido es que, como ahora, haya una propuesta respaldada por 500.000 firmas y el Congreso pueda rechazarla sin siquiera debatirla". En su opinión, esto supondría "llevar la revolución que ha supuesto Internet a la vida democrática". "La verdadera pregunta es si la sociedad madura para la democracia. Si es que sí, no hay que tenerle miedo a lo que diga la gente", señala.

"Piratear no es robar"

El principal caballo de batalla de la formación es la reforma de la Ley de Propiedad Intelectual y la eliminación del canon digital, una medida "opuesta a la voluntad popular" y contra la que se reunieron tres millones de firmas. "En contra de lo que dicen algunos, piratear no es robar, esa mentira tiene la pata muy corta", explica Ayala. "Según el Código Penal, compartir archivos por Internet es perfectamente legal" mientras no exista una finalidad comercial, "así que quien llama ladrones a quien se baja música por Internet está mintiendo".

Según el ingeniero, "lo que hay que pensar es si el modelo de negocio de la industria del entretenimiento es el correcto", pero "echarle la culpa al ciudadano no es justo", sino que "son las empresas las que tienen que adaptarse a las nuevas necesidades de la sociedad". Y, por supuesto, rechaza que se pueda cortar el suministro de Internet a quien comparta archivos, tal y como se ha propuesto en otros países europeos. Para defender estas ideas, los piratas españoles intentarán presentar candidaturas en las elecciones de 2011. "La pregunta es cuánto tardaremos en lograr los resultados de Suecia, pero antes o después, eso sucederá", dice Ayala.

sábado, 14 de noviembre de 2009

Un estudi revela que Barcelona atrau 18,4 milions de visitants a l’any


  1. La primera fase del pla estratègic conclou que s’ha de gestionar millor l’èxit del sector
  2. Els viatgers gasten 20 milions d’euros al dia malgrat que 7,5 milions no pernocten a la ciutat
Un vehicle per a turistes passa per davant del Liceu, el juliol passat. Foto: ARXIU / cesc giralt
Un vehicle per a turistes passa per davant del Liceu, el juliol passat. Foto: ARXIU / cesc giralt
Si desitja veure el gràfic en PDF faci un clic a la imatge.
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PATRICIA CASTÁN
BARCELONA

Són 18,45 milions, molts més dels que es quantifiquen oficialment als centres hotelers de Barcelona, i deixen cada dia uns 20 milions d’euros a la ciutat. Els turistes s’han convertit en un dels motors de l’economia local, ja que generen entre 80.000 i 100.000 llocs de treball i situen Barcelona com a destí imprescindible. Però també han generat veus crítiques i han massificat zones de la ciutat per excés d’èxit. El diagnòstic del Pla Estratègic de Turisme de la ciutat de Barcelona 2010-2015 revela xifres espectaculars i també la necessitat urgent de posar mitjans per millorar la gestió del turisme abans que sigui tard, tant desconcentrant-lo de zones saturades com ensenyant als visitants els seus drets i deures.
L’amplíssima radiografia del sector elaborada durant els últims mesos i que la setmana que ve es presentarà a l’ajuntament ha sorprès, per començar per la quantificació del fenomen, explica el coordinador del pla, l’exregidor Enric Truñó. «Els visitants són molts més dels que es quantifiquen als hotels, tant si s’allotgen com si vénen a passar-hi el dia», explica. Els que no pernocten a la ciutat (arriben procedents d’altres localitats i es consideren excursionistes d’un dia) van sumar 7,5 milions el 2008. Fins i tot entre aquells visitants que pernocten, un 40% ho fa en apartaments, pensions i cases de coneguts. En total, són tants que la seva presència es podria desbordar als principals focus turístics de la ciutat, en particular a Ciutat Vella, que ha merescut un capítol sencer en aquest extens informe diagnòstic, que servirà per tenir a punt, abans de la revetlla de Sant Joan, el pla d’accions per millorar la gestió del turisme.

10% DEL PIB / Entre l’allau de xifres
–en molts casos obtingudes a través d’estudis de la Universitat de Barcelona i altres organismes– s’ajusta la contribució del sector al PIB, que suposa un 10%, i es constata el creixement imparable de l’impacte econòmic del turisme. Si el 2001 va generar una facturació de 2,8 milions d’euros, el 2007 ja en van ser 5,8. En l’actualitat, l’activitat turística genera de 18 a 22 milions al dia. I els llocs de treball que proporciona a la ciutat són comparables als llocs del sector automobilístic, l’agricultura o la indústria química de tot Catalunya.
L’informe també compara l’evolució de Barcelona davant d’altres grans ciutats competidores i arriba a la conclusió que la capital catalana és «la que més ha crescut en termes relatius des del 2000 fins al 2008», afegeix Truñó. L’expert recorda que, després dels Jocs Olímpics del 92, l’objectiu era «atraure el màxim de visitants», mentre que a partir d’ara, després de l’èxit numèric, el repte és «gestionar-lo bé», tant pel que fa a l’impacte a la ciutat com als efectes en l’espai públic.
Després dels incidents de l’estiu (marcat per la visible presència de turistes de baix de nivell buscant festa, prostitució i borratxera), l’informe apunta que la ciutat «és capaç de repensar» el seu model turístic. Puntualitza que la visió exterior que es té de Barcelona es vincula a cosmopolitisme, creativitat i innovació, atractiva per viure-hi. En canvi, malgrat que la ciutadania és conscient de la importància estratègica del sector turístic, les opinions estan polaritzades, amb veus crítiques.
Per reconduir aquesta situació, els visitants han de conèixer els seus «drets i deures» i també que la ciutat «té moltes possibilitats i recursos potencials per afavorir una desconcentració dels atractius turístics». En set mesos, aquesta teoria es traduirà en propostes d’acció.

martes, 27 de octubre de 2009

Cuando el cliente deja de ser lo primero

España pierde la vergüenza y aprende a denunciar los abusos de las empresas - Los usuarios se rebelan contra una práctica de moda: ofrecer mejores condiciones a los nuevos contratos

RAMÓN MUÑOZ 27/10/2009

La recesión ha elevado a la categoría de dogma el viejo lema del comercio El cliente es lo primero. Con el consumo bajo mínimos y los precios despeñándose por el tobogán de la deflación, las empresas no se pueden permitir el lujo de tratar mal a los maltrechos consumidores. Pero, paradójicamente, las quejas de éstos se han multiplicado. De una parte, la reducción de costes por parte de las compañías de servicios, la búsqueda de ingresos extra y prácticas poco éticas por arrebatarse los clientes entre ellas han disparado las reclamaciones. Al mismo tiempo, la estrechez de los bolsillos de muchos ciudadanos activa sus ganas de pelear por sus derechos.


Se reclama más y por más cosas que nunca. El total de reclamaciones recibidas en la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) de enero a septiembre ascendió a 258.959, casi 100.000 más que las practicadas en el mismo periodo del año anterior, lo que supone un incremento del 57%, según los datos preliminares de esta organización, única que tiene estadísticas actualizadas. Extrapolando este dato al conjunto de reclamaciones recibidas por todas las organizaciones de consumidores, se estima que, por primera vez, en 2009 se pueden rozar los dos millones de consultas.

La crisis ha sacado a relucir la ira del comprador. Uno de ellos pidió a la OCU que reclamara porque su bolsa de patatas fritas estaba "más vacía de lo normal", aunque se comprobó que el peso era el que figuraba en el envase. Otro pedía daños y perjuicios porque el perrito mascota que compró creció más de lo previsto, y hasta hubo un asociado que planteó una reclamación porque se le rompió su preservativo, su pareja se quedó embarazada y pretendía que la empresa de preservativos asumiera los gastos de manutención.

"La gente ya no pasa ni una. Se presentan quejas que hace un año y medio hubieran sido impensables por asuntos casi anecdóticos o por cuantías inferiores a los tres euros. Creemos que, en general, las compañías se están esmerando en atender al cliente, porque no se pueden arriesgar a perder los pocos que les van quedando. Pero éste ha aumentado mucho su nivel de exigencia. Se está perdiendo la típica vergüenza española a reclamar, a poner por escrito lo que antes sólo se protestaba de boca", dice Ileana Izverniceanu, portavoz de OCU.

El sector que más quejas sigue acaparando es el de la telefonía y acceso a Internet, curiosamente uno de los que goza de mayor competencia. Teniendo en cuenta que hay más líneas de móviles que población (53 millones por 44 millones de habitantes), es decir, que todos los ciudadanos tienen ya un móvil en su bolsillo (y algunos más de uno), a las compañías no les queda más remedio que robarse los clientes entre sí, porque ya no quedan nuevos caladeros de clientela a la que cautivar.

La introducción del mecanismo de la portabilidad, que permite al usuario cambiar gratis de compañía conservando el número, ha dado lugar a un fenómeno casi inaudito en Europa: la infidelidad casi promiscua del cliente hacia su compañía telefónica. Sólo en lo que va de año, casi tres millones han cambiado de firma de móvil. Incluso en agosto, un mes poco dado a trámites administrativos, 344.276 usuarios portaron su número de móvil hacia otra compañía, un 25% más que en el mismo mes del año pasado. Algo parecido ocurre en la conexión a Internet. Más de 100.000 clientes al mes se dan de baja y se pasan a la competencia.

La lucha por el cliente es casi cuerpo a cuerpo. Llamadas y envío masivo de sms desde call center (a veces a horas intempestivas), regalo de teléfonos y, sobre todo, ofertas deslumbrantes con planes de tarifas que suponen un importante descuento o una mejora de condiciones sobre las que disfrutan los que ya son clientes. Precisamente, el abuso de esta práctica de marketing está desatando la irritación de miles de consumidores que se preguntan: ¿por qué si llevo toda la vida en esta compañía tengo que pagar más que uno que acaba de apuntarse?

Un ejemplo práctico y real. Rosario tiene contratado el Dúo de Telefónica, de tres megas con llamadas nacionales. Paga 62,4 euros al mes (IVA incluido). En abril de 2008 le sorprende una oferta para nuevos clientes de su proveedor: 20 euros menos por el mismo producto. Llama indignada a atención al cliente. Le tranquilizan diciendo que es sólo una promoción de seis meses de duración. Aún así insiste: no está dispuesta a pagar más por lo mismo y amenaza con darse de baja. En el departamento de bajas donde le transfieren comprueban su situación y aceptan la negociación. Como quiera que tiene una antigüedad de más de 18 meses y siempre ha estado al corriente de pago aceptan rebajarle la factura durante doce meses hasta los 46,6 euros al mes. A Rosario le dura poco la alegría. La compañía aumenta la velocidad hasta los seis megas y vuelve con otra oferta para captar clientela por menos de 40 euros. Por si fuera poco, en mayo de 2009 la promoción, de la que por supuesto Rosario se había olvidado, concluye y le vuelven a cargar los 62 euros. Vuelta a la indignación, reclama. Quiere darse de baja a toda costa. Sólo ante esa amenaza aceptan subirle la velocidad a seis megas y reducirle la factura mensual a 46,6 euros, aunque no le devolverán el importe de las dos mensualidades que le han cobrado de más. Rosario se sentía satisfecha por su impenitente lucha contra la compañía. Hasta que la semana pasada puso la televisión y vio un anuncio: "Dúo de seis megas de Telefónica. Los primeros cuatro meses pagas 12,95 euros (más IVA) y los siguientes ocho meses 27,95 euros". Otro caso: si quiere hacerse con un iPhone, y se pasa a Movistar le puede salir gratis firmando un compromiso de permanencia de 18 meses, y contratando una tarifa de voz mínima de 40 euros al mes. Si ya es cliente, le costará 114.300 puntos y firmar por dos años.

El ejemplo se podría aplicar a muchas otras compañías, tanto de telefonía móvil como de seguros, bancos o televisión de pago, que están a la caza del cliente ajeno descuidan el propio, dándole por seguro. Para Eugenio Ribón, responsable jurídico de CEACCU, "se trata de una deslealtad y una práctica discriminatoria hacia los que ya mantienen una relación contractual con la entidad. Las compañías se centran en la captación de nuevos clientes y se olvidan de los suyos. Y en eso se equivocan. Hay estudios que demuestran que una atención eficiente fideliza de por vida al 90% de los clientes".

La solución ideal para hacer frente a este manía marketiniana de dar prioridad al nuevo cliente frente al antiguo es muy sencilla: amenazar con darse de baja, como sostiene Rubén Sánchez, de la organización de consumidores FACUA: "Puede que esta práctica no sea éticamente muy correcta pero lamentablemente es legal. Ahora bien, hay un remedio infalible: decir que uno se va. En ese mismo momento, vas a comprobar cómo te igualan la oferta. Ahora, a las compañías, y si son grandes más aún, no les conviene perder un buen cliente porque les cuesta mucho captarlo".

Las operadoras se defienden. Se trata de promociones con mucho aparato publicitario pero eso no quiere decir que se descuide al cliente fiel. Lo único que ocurre es que sus ofertas no tienen tanta notoriedad, porque se le hacen llegar individualmente. "Existe esa percepción generalizada pero la realidad es otra. Lo que sucede es que cuando vas a captar un cliente nuevo no tienes ninguna información sobre él. Y debes hacer una oferta general muy atractiva. Mientras que con tu propio cliente tienes un montón de datos sobre sus hábitos de consumo e intentas hacerle ofertas a su medida. Lo cierto es que gastamos mucho más en retener clientes que en captar nuevos. Por ejemplo, en esta campaña de Navidad vamos a regalar el doble de terminales a nuestros clientes que a los que se vengan de la competencia", señala Carlos Vecino, director de marketing de Vodafone.

"Con la crisis, más que un terminal lo que el cliente verdaderamente desea es no tener sorpresas en la factura. Y por eso, hemos redoblado nuestra política de tarifas planas. Y para los que desean el último modelo, lo que hacemos es ofrecerle un nuevo compromiso de permanencia, de entre 12 a 18 meses", apunta Carlos Gurí, director de captación de clientes de Orange.

El síndrome del hijo pródigo no es exclusivo de las telecos. Los bancos lo practican también con profusión. Uno-e ofrece un depósito a tres meses al 2,97% TAE para nuevos clientes; para los propios el interés es del 0,75%. El Depósito Oro Creciente a seis meses del Banco Popular para dinero procedente de otras entidades tiene un interés medio de 2,25% frente al 1% que da a los que ya tienen su dinero en la entidad. La Cuenta Open Plus de Openbank da un 3,1% TAE para atraer clientes; y entre 1% y un 1,5% en un depósito similar para los que no lo son. Los ejemplos serían incontables.

Las entidades financieras tienen fama de tratar mal a sus clientes y, lo que es peor, de salir casi siempre impunes. Pero la tendencia está cambiando. Los servicios financieros son ya la segunda causa de reclamación. Sólo el Banco de España recibió 6.512 escritos de quejas en el primer semestre de 2009, lo que supone un 81% más que en el mismo período del año anterior. Por primera vez el principal motivo de reclamación -casi un tercio de ellas- fueron los préstamos hipotecarios. Y es que las entidades financieras se apresuran a actualizar los tipos cuando el Euríbor sube, pero sacan la letra pequeña cuando baja. La revisión del tipo en los préstamos a interés variable ha provocado más de una sorpresa en los propietarios que han descubierto que sus hipotecas tenían suelo, es decir, que estaban sujetas a un tipo mínimo, independientemente de que el Euríbor fuera menor. Nadie les avisó cuando suscribieron sus préstamos.

Los usuarios recuperaron 2,46 millones de euros gracias a sus quejas ante el organismo emisor. Pero son pocas las que llegan a esta instancia, porque antes se les obliga a tramitarlas en el servicio de atención al cliente de cada entidad, alargando el proceso y desanimando a muchos posibles perjudicados. Los bancos y cajas se defienden asegurando que sólo el 21% de los informes emitidos por el Banco de España dieron la razón al reclamante, frente al 32,2% en favor de la entidad (el resto no llegaron a tramitarse por causas formales). Sin embargo, en casos como Banco de Valencia, Banesto, Deutsche Bank, Ibercaja, Barclays, Bankinter y Unicaja, el porcentaje superó el 30% a favor de los depositantes.

Las compañías eléctricas tampoco van a la zaga. El cambio de modelo de facturación -de bimensual a mensual- desde enero, que obligaba a estimar el consumo, duplicó las quejas en el primer semestre. En un sector en el que la competencia para los clientes residenciales es ilusoria y las compañías se reparten tradicionalmente el mercado por territorios, la teórica liberalización del mercado el pasado 1 de julio volvió a disparar las quejas. Las comercializadoras se distribuyeron miles de clientes a su voluntad y no se les aplicó la tarifa reducida a jubilados y desempleados que tenían derecho al llamado bono social, según denuncian las organizaciones de consumidores.

Iberdrola reconoce el aluvión de quejas pero descarta cualquier error. "En general las reclamaciones no tenían razón de ser. A finales de marzo, habíamos analizado más de cuatro millones de facturas y no se detectaron errores. De las 3.500 peticiones de aclaración, menos del 2% supusieron rectificación de la factura estimada" señalan en fuentes de la eléctrica.

El defensor del cliente de Endesa, José Luis Oller, coincide en quitar importancia al asunto: "Se ha juntado la revisión de tarifas con el nuevo modelo de facturación y eso ha producido una sobrecarga. Ha habido que hacer un esfuerzo muy grande para atender a las consultas, más de 100.000 al mes, ampliando el personal de los call centers y el horario de atención, pero la mayoría de ellas se resuelven en una llamada, y se ha detectado un número mínimo de facturaciones incorrectas".

Tratar bien al cliente, casi siempre, es rentable. Jazztel es un buen ejemplo de ello. En 2007, era la operadora de telecomunicaciones que más quejas recibía. Tardaba más de dos meses en dar línea a sus clientes, y luego los dejaba desprotegidos ante un servicio de atención al cliente subcontratado que cobraba por llamada atendida, en lugar de por problema solucionado. La fuga de clientes fue masiva hasta que decidió crear su propio call center, en el que no se pretende ganar dinero sino atender eficazmente a los clientes, premiando a los empleados si resuelven la incidencia en el primer contacto. Desde entonces el ratio de reclamaciones se ha reducido por tres y se ha convertido en la segunda operadora en captación de clientes de banda ancha.

El usuario sigue siendo el patito feo del ecosistema consumista. Pese a todo, Etelvina Andreu, directora general de Consumo, señala que los ciudadanos protestan más no sólo por la crisis sino porque cada vez tienen más confianza en las normas, las instituciones y las asociaciones de consumidores.

Andreu resalta que la generalización del arbitraje electrónico y la nueva legislación que está a punto de salir del Parlamento relativa a prácticas desleales y publicidad engañosa aumentarán esa seguridad, frenando prácticas cada vez más extendidas como el spam telefónico, esos mensajes de texto con los que le bombardean su móvil durante todo el día y a veces durante toda la noche.

Queda el consuelo de que al menos en este terreno del consumo, todos -incluso las distintas administraciones- animan al ciudadano a protestar. Algo poco común en tiempos en que tan apreciado es el conformismo.



sábado, 24 de octubre de 2009

El asesino asesinado

Una venganza, posible origen de la muerte a tiros de Tomás Ruiz, Tomasín, un delincuente acusado de cinco homicidios, y de dos personas que estaban con él cerca del penal de El Dueso

KARIM ASRI 24/10/2009

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'El asesino asesinado' es un reportaje del suplemento 'Domingo'

Desde el pasado miércoles, una pequeña y discreta cruz de madera en el cementerio de Ciriego de Santander, con las iniciales TRF, señala la tumba de Tomás Ruiz Fernández, Tomasín, un sanguinario delincuente, carente de empatía por el sufrimiento ajeno, que vivió más de la mitad de sus 55 años entre rejas. Dejó tras de sí tanto dolor que faltan dedos en las manos para contar a quienes tenían motivos para matarle. ¿Una venganza?

La noticia en otros webs

"Me alegro muchísimo de que esté muerto", señala la hermana de Sixto Franco, una de las víctimas del criminal

"Mi madre murió porque estaba donde no debía de estar", señala la hija de la mujer acribillada a balazos

Informes psiquiátricos perfilan en Tomasín el rostro de un psicópata irreversible con carácter explosivo

Por el lugar del triple asesinato pasan muchos funcionarios de prisiones y cerca hay un cuartel de la Guardia Civil

La mañana del pasado lunes, Tomasín estaba en el interior de una Renault Trafic blanca, acompañado por otras dos personas, a un centenar de metros de la puerta de la prisión de El Dueso de Santoña (Cantabria). Ruiz Fernández, que se ganó su mala fama a pulso tras matar a cinco personas en un permiso penitenciario en los años ochenta, se disponía a regresar a la cárcel después de otro permiso. Le quedaban unos meses de condena. Lo que no tenía previsto es que un individuo se bajara de un vehículo de gran cilindrada, se acercara a la ventanilla y vaciara el cargador de su arma, acabando con su vida y la de sus dos acompañantes (Isidoro Cuerno Luceo, Isi, de 43 años, un delincuente con múltiples antecedentes, y su pareja, María Jesús Fernández, de 45). El asesino sabía que Tomasín regresaría ese lunes a la prisión y optó por no dejar testigos de lo que toda Cantabria interpreta como una venganza.

Quienes tenían motivos para temer a sus ataques de ira, respiran ahora aliviados y los familiares de sus víctimas no esconden que no querían verle morir de viejo. "Me alegro muchísimo de que esté muerto", señala la hermana de Sixto Franco, una de sus víctimas de los años 80. Sólo cuatro personas, entre ellas su madre, María Teresa, y un empleado de la funeraria, escucharon al cura orar por el alma de Tomasín durante su entierro. No hubo esquela en la prensa con su nombre ni tampoco velatorio.

A pesar de que su familia no es de orígenes modestos -su madre vivía en un barrio de clase media en el centro de Santan-der-, Tomasín descubrió su afición por el crimen bastante joven. Ingresó por primera vez en prisión, con veintitantos años, a mediados de los 70. Acumulaba al menos 21 delitos en su contra cuando fue condenado en 1989 por su crimen más sanguinario, el que le coronó como uno de los protagonistas de la crónica negra del Santander de aquellos años, una ciudad marcada por los estragos de la heroína, las pugnas entre camellos y los robos de sus consumidores: a finales de 1985, aprovechó un permiso penitenciario navideño para fugarse y volver a las andadas; en los cuatro meses que anduvo libre, dio muerte a cinco personas.

Los dos primeros asesinatos se debieron, según relata la sentencia, a que estaba molesto con la prostituta María Violeta Puente González y su novio heroinómano, Sixto Franco, porque no le devolvieron el dinero tras quedarse insatisfecho de los servicios sexuales de la meretriz. El 2 de febrero de 1986, fue a buscarles acompañado por su cómplice habitual de entonces, Francisco José Hidalgo, Butati, a la esquina donde María Violeta solía hacer la calle. Les convencieron de que subieran con ellos al coche para ir a pillar caballo (heroína). Al llegar a un lugar solitario en la zona de Cueto (Santander), Tomasín y su colega Butati desenfundaron, respectivamente una pistola de la marca Star, modelo BM, y una Smith&Wesson, dispararon sobre sus víctimas y a continuación les remataron en el suelo.

Al día siguiente, Tomasín y Butati volvieron a derramar sangre: acompañaron a Pedro Grande y Miguel Moreno en un trayecto en coche por la localidad cántabra de Mogro cuando, por motivos que el fallo judicial no logra aclarar, la emprendió a tiros contra ambos. Butati y otro amigo ayudaron a prenderle fuego al vehículo con los cadáveres dentro. Aunque la sentencia no va demasiado lejos sobre el desencadenante de las cuatro muertes, recalca que "no se puede excluir que hubiese otro motivo a tal resentimiento, que no consta acreditado". Durante el juicio cobró importancia la hipótesis de un ajuste de cuentas en torno al robo de una joyería en Reinosa realizado en 1985. Tomasín, al parecer, no quedó satisfecho con el reparto del botín. Esto pudo desencadenar la espiral de violencia.

Se le atribuye una quinta muerte durante su prolongado permiso, muy ilustradora del personaje y su total desapego por la vida humana. El 29 de marzo de 1986 entró en el bar Pic-nic de Santander, acompañado por dos amigos. Pidió champán con ese afán exhibicionista que los psicólogos detectaban en sus informes y se tomó muy a mal que la camarera dudara de su solvencia. Tanto que Tomasín pidió ver al dueño. Guillermo Castillo Gómez, de 71 años, propietario del local, se acercó a la mesa sin saber lo que le esperaba y recibió un tiro. Murió desangrado unos minutos después.

Tomasín fue detenido el 1 de abril de 1986 después de otro de sus ataques de ira. A las diez de la noche entró en el bar La Bolera de Laredo, pidió una copa y se puso a jugar a los bolos lanzando las bolas de hierro al aire como si inventara las reglas de su propio juego. El dueño, Jesús Losada, le dijo que así no podía seguir y apagó las luces del local para impedirle que siguiera jugando. Tomasín respondió primero con insultos y amenazas. Salió un momento del local y volvió empuñando una pistola. "Pues sí, me quería matar porque ya no quería dejarle jugar", rememora Losada. Se acercó al propietario y apretó dos veces el gatillo. El azar quiso que el arma se encasquillara y que los presentes en el local pudieran derribarle y atarle con una cuerda hasta que llegó la Guardia Civil.

Desde que supo que Tomasín había muerto el lunes en un tiroteo, Losada vive más tranquilo: el criminal tenía entre sus aficiones en la cárcel enviar cartas a algunos de los que estaban en su lista negra para recordarles que seguía allí y que podría vengarse en cualquier momento. "Recibí una de esas. Me acusaba de habérmelo inventado todo, decía que mi declaración era una paranoia", recuerda.

Demasiada gente quería ver bajo tierra a Tomasín. Durante el juicio en su contra por los crímenes de Cueto y Mogro, algunos familiares de Grande y Moreno le prometieron que habría venganza, según asegura un testigo: "Le dijeron que estaba condenado, que no se iban a olvidar. Y esa gente no olvida".

Tomasín nunca reconoció sus crímenes. Aunque su aseada apariencia disimulaba los demonios que llevaba dentro, cuando bebía se volvía incontrolable. Los informes psiquiátricos perfilan el rostro de un psicópata irreversible con carácter explosivo, pero consciente de sus actos. Una personalidad inmadura con afán de notoriedad. A pesar de que tener claros rasgos psicopáticos, estos no alteraban sus escasas facultades intelectuales (tenía un coeficiente de 89). Sabía distinguir entre el bien y el mal, pero optaba por lo segundo. Era, según quienes le trataron, capaz de jurar, mirándote a los ojos, que todo era un montaje de la policía, minutos después de haberse limpiado la sangre de sus víctimas. Simulaba creerse sus propias mentiras y se negaba a que su defensa intentara declararle incapacitado. "Yo soy capaz y consciente", solía replicar. El abogado que le defendió entonces explica que quedó tan marcado por la situación que optó por dejar el Derecho Penal y dedicarse a otras ramas jurídicas.

Era un hombre que sólo entendía el lenguaje de la crueldad y la fuerza, incapaz de distinguir entre ser respetado y ser temido. Solía vestir bastante bien, tanto que el fiscal que le acusó de los crímenes de Cueto y Mogro llegó a contar: "Si me dices que ese tipo está tomando una copa con mi hija, a primera vista me quedaría tranquilo". No consumía drogas y hacía deporte.

Las declaraciones de sus compinches, Agustín Fernández y Artemio Alonso, resultaron fundamentales para atar cabos y condenarle. Alonso terminaría desdiciéndose y atribuyendo sus primeras palabras a un compló de la policía en su contra. Fernández pagó aun más caro su confesión y murió durante una durísima reyerta en la cárcel de Nanclares de Oca (Álava).

Tras pasar por varios penales, Tomasín regresó años atrás al de El Dueso, en su Cantabria natal, donde solía recibir visitas de su madre (su hermana nunca quiso saber nada de él). Los años de cárcel y aislamiento terminaron doblegando su carácter. Según fuentes penitenciarias, en los últimos meses ya no se relacionaba prácticamente con nadie, daba paseos solitarios por el patio y cumplía religiosamente sus obligaciones para reducir su condena. Estaba en régimen de segundo grado, le quedaba menos de un año para salir y en sus anteriores permisos se dedicó a visitar a su madre y volver puntualmente cuando éstos habían vencido.

El viernes 16 de octubre, sin que se sepa por qué, optó por no volver al penal. Fue su propia madre la que terminó convenciéndole de que volviese, con la esperanza de que, al salir, se fuera con ella a residir a Santander. "Él vivía por y para María Teresa. Con ella se transformaba en un niño. Si iba a volver a prisión, era para no disgustarle a ella", señala alguien que le conoció de cerca en los últimos años. Además, los tres días de retraso no habrían tenido grandes consecuencias. Como mucho, su salida de prisión se habría alargado unos meses.

A las 9.40 del pasado lunes, Tomasín esperaba a un centenar de metros de la prisión, en el interior de una furgoneta donde acabaría muriendo junto a su amigo Isi y a María Jesús Fernández, madre de dos hijas y abuela. En teoría, tenía que esperar hasta las 10 de la mañana para poder entrar en la cárcel. El lugar no era el más propicio para un asesinato: hay un cuartel de la Guardia Civil en los alrededores y por la carretera de acceso pasan constantemente funcionarios camino de la prisión.

"Yo había quedado con mi madre a las 11.30 y cuando le llamé para ver dónde estaba, me cogió el móvil uno de la Policía Judicial", relata la hija de la fallecida, de 26 años y de nombre María Jesús. "Le había conocido apenas unos días antes de todo esto. Decía que parecía un buen tipo. Mi madre siempre se cree que puede ayudar a todo el mundo", resalta.

La difunta María Jesús trabajaba en el pub Cycles de Santander, situado en un barrio popular de la capital cántabra. Es un local en el que coexisten, según un cliente habitual, "jóvenes fumadores de porros que sólo quieren liarse un canuto mientras ven el partido con personajes oscuros que no sabes la historia que llevan detrás". Entre ellos estaba Isi, con varios delitos violentos a sus espaldas, con el que su madre mantenía alguna relación sentimental desde hace unas semanas. "Mi madre no sabía nada de lo que esa gente tenía detrás. Sabía que habían estado en la cárcel, pero no se imaginaba en lo que podían estar metidos", añade la hija. En torno a la media noche -no queda claro si Isi y Tomasín estuvieron con ella en el bar-, María Jesús terminó su turno y, previsiblemente, se reunió con Isi.

"No tenía previsto dormir en casa esa noche; yo había quedado con ella al día siguiente para que me acompañara a pagar la matrícula de un curso", prosigue María Jesús. Hastiada de leer todo tipo de conjeturas sobre por qué falleció su mamá, la hija precisa: "Mi madre estaba rodeada de mierda, pero no estaba metida en nada. Era una trabajadora más, que llegaba justito a fin de mes pagando el alquiler y se desvivía por sus hijas y su nieta. No hay más. Murió porque estaba donde no debía", añade María Jesús, quien como casi todo el mundo, tiene más preguntas que respuestas sobre lo ocurrido.

La investigación, a cargo de la Policía Judicial de la Guardia Civil, por orden del Juzgado de Instrucción número 1 de Santoña, intenta esclarecer los hechos. El instituto armado baraja como hipótesis que el pistolero actuó acompañado por, al menos, un conductor. Varios testigos vieron huir un vehículo de gran cilindrada a toda velocidad de la zona. La clave de todo, según fuentes policiales, es determinar quién y cómo dio el aviso al pistolero -no se descarta que un sicario haya sido contratado para ejecutar el crimen- de que su víctima estaría el lunes por la mañana en la puerta del penal.

'El asesino asesinado' es un reportaje del suplemento 'Domingo'

sábado, 17 de octubre de 2009

Napster, iTunes... ¿y ahora Spotify?


La 'web' musical sueca es un fenómeno. Ya tiene 800.000 usuarios en España, cinco millones en el mundo. Consumidores, melómanos, artistas y discográficas apuestan por el nuevo modelo

JOSEBA ELOLA 17/10/2009

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Spotify es todo un fenómeno. Un fenómeno que viene recorriendo el mundillo de la música desde octubre del año pasado. Una web a la que sólo se accede por invitación y que, pasito a pasito, se ha ido ha ganando a melómanos, consumidores, artistas, discográficas, y, más difícil todavía, a amantes de las descargas en webs ilegales. ¿Cómo es posible que haya puesto de acuerdo a tanta gente en tan poco tiempo? Intentaremos explicarlo.

"Es muy atractiva para los usuarios piratas, es la gran esperanza de la industria", dice un ejecutivo de Sony

"Las 'majors', con su modelo de rentabilidad, están ahogando este nuevo modelo", dice el experto Enrique Dans

La plataforma se ha convertido en la gran esperanza blanca de todo un sector. No está ni mucho menos exenta del peligro de desaparecer, como tantos negocios de la red, como les sucedió a plataformas similares que emprendieron su mismo viaje. Pero su caso parece incorporar factores que invitan a un cierto optimismo.

Creada por dos veinteañeros suecos, Daniel Ek y Martin Lorentzon, tiene -según declaran- cinco millones de usuarios en los seis países en que está implantada: España, Suecia, Noruega, Finlandia, Reino Unido y Francia. Desembarcó en España en febrero. Ya tiene más de 800.000 usuarios. Hay una lista de espera de 60.000 españoles que quieren entrar y no pueden. La lista de espera, la entrada por invitación, eso que llaman exclusividad, es una de las claves del invento.

La primera vez que un usuario entra en Spotify se encuentra con un entorno que recuerda mucho al de iTunes, el modelo de venta digital de música más exitoso hasta la fecha. El usuario teclea en el buscador el nombre del artista que quiere escuchar y al instante se despliega la discografía del elegido, sus canciones, su biografía, la crítica del disco de la prestigiosa web All music guide. Se hace clic en la canción que se quiere escuchar, y a disfrutar.

Spotify está diseñada de modo que su funcionamiento remite al clásico drag and drop -arrastre de archivos- de webs ilegales. "Es muy atractiva para los usuarios piratas", dice Marcelino Moraleda, responsable de la división digital de Sony Music, una de las cuatro grandes multinacionales. "Está atrayendo a usuarios piratas a entornos legales. Es la gran esperanza de la industria".

Lo importante no es poseer la música, sino tener acceso a ella. Éste es el concepto clave. Spotify permite acceder a un catálogo de más de seis millones de canciones. Según los datos que facilita la compañía, se suben 10.000 nuevos temas diarios. Allí está el catálogo de las cuatro majors (Sony, Universal, EMI, Warner) y de algunas compañías independientes. Sí, hay ausencias, grandes ausencias: no se encuentra a The Beatles, ni a AC/DC, ni a Pink Floyd, que tienen poder y controlan su catálogo. Pero están el último disco de U2, Beyoncé o Coldplay. La discografía de Chet Baker, mil y una interpretaciones de la obra de Bach. Hay de todo. Hay para aburrir.

Y acaba de producirse una nueva vuelta de tuerca. Hasta ahora, el usuario de Spotify podía escuchar lo que quería en el ordenador de su casa, o en el del trabajo (que es donde más se usa, señala un experto), pero no podía llevarse sus canciones seleccionadas o listas de reproducción al campo, o de viaje. Desde principios de septiembre, ese inconveniente tiene una solución: la aplicación de Spotify se traslada al móvil. El usuario de iPhone o de un móvil con sistema android (empezará a entrar fuerte en estas navidades) podrá llevarse sus canciones a la calle. Eso sí, pagando 9,99 euros al mes.

"El cambio es gigantesco, la portabilidad siempre fue el problema de webs como Spotify", declara por teléfono desde Londres el colombiano Juan Paz, analista de Music Ally, consultora de la industria musical que analiza los fenómenos en el entorno digital. Paz explica el éxito de Spotify con tres factores: catálogo de canciones muy completo, facilidad de uso y su coolness, o sea, que la web es molona. Simone Bosé, presidente de la multinacional EMI para España y Portugal, ahonda. "Ha presentado un desarrollo tecnológico de vanguardia que genera una inmediatez de respuesta impresionante", dice recostado en la silla de su luminoso despacho en la calle madrileña de Alcalá. "Y el timing del lanzamiento ha sido acertado, eso es muy importante en Internet".

Primero fue Napster, la madre de todas las descargas. Luego fue iTunes, la tienda digital de Apple. ¿Será Spotify el siguiente hito?

La tarea no es fácil. Spotify obtiene ingresos vía anuncios y vía suscriptores. El que lo usa en la versión gratis, es decir, casi todo el mundo, escucha una cuña de publicidad cada cuatro o diez canciones -el usuario que lleve desde febrero habrá apreciado un incremento notable de cuñas y que éstas cada vez aparecen más pronto-. Hay banners que se mueven por la página. Pero la publi no resulta muy intrusiva. Los ingresos en publicidad todavía son débiles, señalan fuentes del sector, cosas de la red. Spotify no da cifras.

Engordar lo que se ingresa vía suscriptores es la madre de todas las batallas. Una auténtica cuadratura del círculo en países mediterráneos, donde, dicen los expertos, el respeto por la propiedad intelectual es francamente menor que en países anglosajones o escandinavos. Que la gente pague cerca de 10 euros por cosas que puede obtener gratis en webs ilegales es tarea de titanes. Cierto es que en Spotify uno tiene acceso a lo que quiere sin que le entren virus y sin necesidad de largas esperas. Tener directamente la música en el móvil es una comodidad. Pero, ¿pagará un buen número de personas por ello? Ésta es una de las claves del futuro del proyecto.

"Si fuese algo más barato, la gente se lanzaría", explica Enrique Dans, bloguero, profesor del Instituto de Empresa y experto en el impacto de las nuevas tecnologías en la sociedad. "Si lo vendieran a dos euros al mes, duplicaban lo que ganan", dice. "Pero Spotify no es una ONG. Los accionistas son las discográficas. Quieren proponer un modelo más sencillo para que la gente pague por los contenidos".

Spotify no revela la composición de su accionariado, no ofrece información financiera. Su responsable en España, Lutz Emmerich, habla de un acuerdo con las discográficas pero no confirma en qué grado participan éstas. Fuentes del sector sitúan la participación de las cuatro majors entre el 15% y el 18% del capital -hay una multinacional que tiene casi un 6% y otra cuenta con cerca de un 5%-.

La plataforma sueca comparte sus ingresos por publicidad y por suscriptores con las discográficas. No sólo con las grandes, también con las independientes, agrupadas en agregadoras como The Orchard, La central digital (repertorio de artistas de la SGAE), In Groove (música dance) o Naxos (música clásica). Uno de los elementos que hacen que se confíe algo más en su futuro, frente a alguna de sus predecesoras, es que las majors han rebajado sus exigencias de anticipos por uso de su catálogo.

"Es una manera de que Spotify disponga de más tiempo para desarrollarse", reconoce Carlos López, presidente de Sony Music en España. "Antes, al pedirles grandes anticipos, las estrangulábamos. Ahora, la idea es que todos seamos parte del negocio, es una apuesta para demostrar que en la red se pueden hacer las cosas de forma legal". Rodeado de muñequitos, miniaturas y de fotos junto a los artistas de su compañía, López se declara optimista. "Como en las películas, espero que ganen los buenos. Que la gente crea que tiene derecho a robar la música no me entra en la cabeza. Es preciso que eso no se permita en la red, como no se permite la pederastia, como no se permite que se robe un libro en una librería". López apunta a políticos y operadores de telefonía y les pide que adopten medidas. Javier Liñán, responsable de la empresa musical El Volcán, también carga contra las operadoras. "Hoy los que ofrecen el servicio se llevan lo que antes ingresaban los que generaban y trabajaban el contenido, la música".

Aún así, son muchas las voces que responsabilizan a unas majors resistentes al cambio de tener unas exigencias que pueden acabar lastrando el futuro de este tipo de plataformas. Enrique Dans, que en marzo publica un libro, Todo va a cambiar, en el que dedica un capítulo al mundo de la música, es tajante: "Las grandes discográficas con su modelo tradicional de rentabilidad, están ahogando este nuevo modelo. Quieren su dinerito, pero, ¿aportan ahora el mismo valor que antes?". Mario Rigote, responsable de La central digital, plataforma dependiente de la SGAE que agrupa a sellos españoles y latinoamericanos, y a artistas que han apostado por la autoproducción y la autoedición, también señala a las grandes: "La posición de las majors es inmovilista, por ejemplo, al pedir anticipos. Hay que universalizar el acceso a la música con un modelo sostenible", dice, "si se lo ponemos fácil al usuario, éste va a escuchar más música y todos lo rentabilizaremos a largo plazo".

La majors vienen exigiendo a las plataformas de streaming -escucha instantánea online- cantidades que van en torno a un euro por cada mil escuchas. Estos pagos, cuando la base de clientes es muy grande, pueden acabar ahogando un proyecto.

Es decir, un gran número de usuarios no tiene porqué significar un gran éxito. Por eso Spotify usa las invitaciones como manera de hacer crecer su base de clientes de manera paulatina. Los responsables de la plataforma sueca no dan detalles sobre los acuerdos suscritos con las majors. Con cada una de ellas han firmado un acuerdo distinto. Según distintas fuentes del sector, algunas discográficas siguen cobrando por escucha. Y hay otras que no. Existe entre todos un pacto para no revelar los detalles.

En el reparto de los ingresos que generan este tipo de plataformas en la red, "la figura más débil son los artistas", dice Mario Rigote: "Las majors, de hecho, están teniendo problemas con ellos". En el Reino Unido, algunos grupos ya han alzado la voz diciendo que a ellos les llegan las migas. Lo hicieron hace dos semanas Friendly Fires.

Subido a un taxi, Porta, hip hopero barcelonés de 20 años, artista surgido de la red, se pronuncia. "Lo del dinero es un tema que no me preocupa, lo que me interesa es que me escuche la gente", asegura. "Spotify es una buena herramienta para darse a conocer, es práctica. Está bien que valoren mi música antes de comprarla".

Pau Donés, líder de Jarabe de Palo, también contesta, vía telefónica, desde la furgoneta con la que recorre España. "Es un sistema con el que tienes acceso a un montón de música. Y es una manera de que se vuelva a pagar algo por la música". Donés se ha alejado de las multinacionales para controlar su carrera. Pertenece a la creciente estirpe de músicos que se autoproducen. Piensa que la irrupción de modelos como el de Spotify ofrecen una oportunidad. "Las multinacionales han estrangulado a los artistas. Es la oportunidad de hacer las cosas de manera más justa. No hay derecho a que aquí la pasta se la trinquen otros".

Lo cierto es que el pastel a repartir es cada vez más pequeño. Las 35.000 descargas legales de un grupo consolidado y vendedor como Pereza, generan para ellos unos royalties algo superiores a 1.000 euros, según fuentes de su compañía. Grabar un disco de un grupo así puede costar entre 60.000 y 80.000 euros.

Es decir, con los cedés, compañías discográficas y artistas cobraban bien. Muchos ejecutivos y estrellas se forraron. En la era de iTunes, la cuestión de ingresar se puso muy dura. Con el streaming -la escucha-, el panorama remata su mutación: una canción debe ser escuchada unas 150 veces para que la discográfica reciba lo que antes le llegaba por una descarga en iTunes, señala Juan Paz, de Music Ally. "Entonces, ¿quién va a invertir ahora en los artistas?", pregunta Paz.

Sean cuales sean los tira y afloja y los repartos, el modelo que la industria viene persiguiendo para salir de su monumental crash está cada vez más cerca. Sea éste Spotify, o plataformas similares. De hecho, habrá varios modelos de negocio conviviendo, a juicio de los expertos. La llegada de este tipo de plataformas, además, abre nuevas puertas. "Spotify tiene visos de convertirse en la gran aplicación de música y puede ser la plataforma que cambie la percepción que existe de la red", señala Fernando Garrido, sociólogo especializado en nuevas tecnologías. "Spotify puede ser el catalizador del gran salto: Internet va mucho más allá de ser un espacio de búsqueda de información; la tendencia es que se convierta en un canal de acceso a contenidos".

Es decir, la cuestión no es tener música, sino acceder a ella. O tener tele, sino acceder a los programas que a uno le interesan. Todo estará alojado en la nube, ese concepto emergente, ese espacio al que se accede mediante los teléfonos y ordenadores. Es el principio del mundo en que mucha gente vivirá conectada a Internet las 24 horas del día. Porque allí estarán las películas, los programas, las noticias, las canciones.

Buscar canciones, crear listas

Uno de los éxitos de la web es lo fácil que es de manejar, su rapidez. Uno hace clic en la canción y en seguida suena. No aparecen esos molestos mensaje que dicen: "Cargando". Esta semana, la plataforma sueca ha simplificado el acceso del cliente a la compra de las canciones.