jueves, 15 de octubre de 2009

Librerías y carteleras se llenan de títulos fascinados por el mal

Si hay un tema recurrente en las librerías y las carteleras occidentales, un tema de fondo que contamina novelas y filmes, directa o tangencialmente, es la fascinación por el Mal, el Mal entendido como la capacidad del ser humano por destruir a otros seres humanos.

No es sólo la antigua fascinación por los clásicos personajes malvados del cine de terror o del thriller, sino una avalancha que no cesa de obras en las que se reviven las atrocidades individuales de las guerras europeas de los años 30 y 40 y, como novedad masiva tras la caída del Muro de Berlín, los horrores del día a día de millones de personas sometidas a la represión comunista.

En esta recuperación de la memoria al margen de las historias oficiales, se han roto muchos tabús: en España ya no sólo se habla del franquismo, sino también salen a la luz, esta vez con objetividad, los crímenes del bando republicano. Numerosos libros desarrollan las tesis de Goldhagen en Los verdugos voluntarios de Hitler (Taurus) documentando la complicidad activa de la sociedad alemana en el exterminio de judíos.

Otros tantos escritores, cineastas o ensayistas, como la nueva premio Nobel, Herta Múller, Grosman (Vida y destino, Galaxia Gutenberg), Orlando Figes (Los que susurran, Edhasa), desarrollan la responsabilidad de millones de rusos en el terror estalinista. La exquisita editorial Minúscula publica testimonios imprescindibles de ambos bandos.

El Aleph edita los cuentos completos de Primo Levi. Vollmann levanta un gigantesco mapa sobre las raíces de la violencia en Rising Up and Rising Down y muestra las paradojas de los totalitarismos en Europa central (Mondadori) Wadja recuerda en su filme Katyn la masacre de 20.000 polacos ordenada por Stalin en 1940.

Antony Beevor, en su libro Berlín. La caída (Critica), provocó las protestas de uno y otro bando al desvelar al gran público las violaciones sistemáticas de mujeres alemanes por las tropas del Ejército Rojo, mientas su último libro, sobre el desembarco de Normandia, aún no ha sido publicado en Estados Unidos: los testimonios cotidianos de los soldados aliados distan mucho de la visión heroica oficial y hay saña primitiva, racismo, torturas caprichosas.

"¿Qué diferencia hay entre arrojar 500 bebés a una hoguera y arrojar fuego desde un avión sobre 500 bebés", dice el capitán Philip Mumford, ex oficial en Iraq, en 1937 en el libro Humo humano (Debate) de Nicholson Baker, quien recuerda Hiroshima, el uso de gas tóxico en las guerras coloniales y el visible antisimetismo en líderes políticos occidentales de los años 30.

Al tiempo, el cine y la literatura fomentan una estetización del mal: si Raskalnikov, el asesino de Crimen y castigo de Dostoievski, se retorcía de remordimientos, lo único que preocupa a los asesinos de Tarantino es que la sanagre o al amsa cerebreal no manche sus trajes o la tapìcería de sus coches.

Los títulos citados son un mínimo ejemplo. Su lectura o su visión es perturbadora y muestra un estado de perplejidad del occidental que aún no ha saldado cuentas con sus zonas más recónditas. La memoria es como un enorme archivo de fotos que cada cual revela a su conveniencia y a menudo aplicando el photoshop.

Quien tenga estómago para enfrentarse a un archivo fotográfico de la maldad humana (de Pol-Pot a la matanzas de chinos en Nanking por los japoneses) puede consultar una web terrible, de esas a las que antes de acceder a ella los anglosajones ponen el aviso de que no es apta para menores o personas sensibles: http://www.lietuvos.net/istorija/communism/communism.htmpor

Tras la segunda guerra mundial, las masacres no han cesado.En Catalunya, Àlex Rigola escenificó las matanzas de mujeres en Ciudad Juárez, según la novela de Bolaño 2666, el cine (Hotel Rwanda, Disparando a perros, El jardinero fiel) no acaba de narrar de modo fidedigno lo que sucedió en Ruanda ni en Darfur ni la avaricia occidental en el África subsahariana. Más éxito han tenido películas,como Grbavica (consecuencias de la guerra en Sarajevo) y Vals con Bashir, del isarelí Ari Folman (el papel pasivo del ejército israelí en la matanza de palestinos en Sabra y Chatila en 1982).

"Las narraciones explican mejor que la historia, y desde luego, que la historia oficial, aquello de lo que es capaz el ser humano", dice María Pía Lara, que acaba de publicar Narrar el mal (Gedisa). La autora enseña en la universidad neoyorquina fundada por los intelectuales judíos que huían de Hitler y cree que la característica contemporánea del mal es "la banalización", la que Hannah Arendt descubre en el testimonio de Eichman al ser juzgado en Jerusalén: "el que hace el mal de forma gratuita, el ciudadano común que asesina sin motivo. Eichman decía que no tenía nada contra los judíos y se justificaba diciendo que sólo obedecía órdenes. Esto es lo terrible, no tenía ninguna creencia moral que le hiciera valorar la gravedad de lo que estaba haciendo". Por eso, la pensadora mexicana cree que la obra literaria que ejemplifica ese mal contemporáneo es El corazón de las tinieblas de Conrad, "alguien que podría ser una persona extraordinaria por sus dotes de liderazgo y que desciende a los instintos más bajos".

María Pia Lara destaca para ilustrar sus teorías sobre el mal Grbavica, de Jasmila Zbanic, la historia de Esma, a quien su hija de doce años le pide un certificado de la muerte de su padre para ir a un viaje con su escuela. La niña cree que su padre murió como héroe de guerra y acaba enterándose de que en realidad fue uno de los serbios que violaron a su madre. María Pía Lara subraya que el mal "destruye la identidad de sus víctimas y crea consecuencias de por vida. Esma, por ejemplo, siente un rechazo instintivo ante cualquier piel de hombre que la roce". Lara recuerda cómo los propios alemanes silenciaron la violación masiva de sus mujeres por parte del Ejército Rojo. "La mujer era y es en muchas casos botín de guerra".

"Me habían ordenado enterrar a unos muchachos de la Juventud Hitleriana cuando ellos me encontraron", dice Martha Dowsey en el libro de Beevor. "Seis soldados del Ejército Rojo con las caras tiznadas me tiraron al suelo junto a las tumbas y me violaron, uno tras otro". La mujer tiene ahora 81 años. Durante décadas, nunca había encontrado a nadie que creyera lo que le tocó vivir. El Ejército Rojo era un grupo de héroes que había liberado a Alemania de los nazis. Muchas acabaron sucidándose, como Hannelore, la mujer del canciller Kohl, violada con 12 doce años junto a su madre. "¡Maten! ¡Maten!. En la raza alemana no hay más que mal, ¡ni uno entre los vivos, ni uno entre los aún no nacidos, nada más que mal! Sigan los preceptos del camarada Stalin. Aniquilen a la bestia fascista de una vez por todas en su guarida. ¡Usen la fuerza y rompan el orgullo racial de esas mujeres alemanas! ¡Toménlas como su botín de guerra! A medida que avancen, maten, nobles soldados del Ejercito Rojo", proclamaba Ilya Ehrenburg, el comisario soviético amigo de Picasso, Alberti y Neruda. Otros, como Heidegger, fueron incapaces de discernir el daño que ocasionaba su adhesión al nazismo.

"Me habían ordenado enterrar a unos muchachos de la Juventud Hitleriana cuando ellos me encontraron", dice Martha Dowsey. "Seis soldados del Ejército Rojo con las caras tiznadas me tiraron al suelo junto a las tumbas y me violaron, uno tras otro". La mujer tiene ahora 81 años. Durante décadas, nunca había encontrado a nadie que creyera lo que le tocó vivir. Por años, se consideró que el Ejército Rojo era un grupo de héroes que había liberado a Alemania de los nazis.

"Los occidentales, desde luego no son los únicos bárbaros", dice el divulgador de la filosofía Roger Pol-Droit, que publica Genealogía de los bárbaros (Paidós). Y cita Sayyd Qurb, el téorico de los Hermanos Musulmanes que inspiró no sólo a Bin Laden y Al-Qaeda, sino también a Jomeini, al GIA argelino, a los talibanes y a los integristas sudaneses. Una justificación a las matanzas terroristas demonizando a los occidentales como los "otros" a exterminar.

María Pía Lara habla del corazón de las tinieblas de los seres humanos y de las zonas grises a las que se refería Primo Levi, un autor que advierte: ¡cuidado con los juicios a los demás! ¿qué hubiera hecho cada uno de nosotros en una situación similar a la que ahora condenamos desde el confortable butacón de nuestra sala de estar? Soviéticos, nazis, maoístas, todo tipo de dictadores buscan la complicidad de todos. "Cuando todos son culpables, nadie es culpable. En la dictadura argentina, cuando los torturadores hacían su trabajo obligaban al pobre soldado raso a ver. Eso aseguraba su silencio".

Lo mismo sucede en las mafias. Ayala, el juez amigo de los magistrados asesinados Falcone y Borsellino, que acaba de publicar su autobiografía Chi ha paura muore ogni giorno, (Mondadori) sobre la famosa cita de Falcone: "Quien tiene miedo, muere cada día, quien no tiene miedo, muere una sola vez". Ayala, como cuenta Saviano en Gomorra (Debate), recuerda cómo se va creando una red de complicidades, de silencio y de favores, entre abogados, políticos, periodistas y corruptos: cuando todos lo hacen, nadie es culpable.

Rüdiger Safranski (El mal, Tusquets) cree que el mal, la violencia y la destrucción siguen latentes en la civilización y que, y esta es la tragedia de la libertad humana, todos estamos expuestos a experimentarlo. "No podemos erradicarlo –dice María Pía Lara- ni confiar en la justicia, que cambia según quien la interprete, sólo podemos contarlo para que no se repita, pedir la rendición de cuentas, servirnos del juicio y de la razón como filtro moral, construirnos una conciencia moral para decir que no, rechazar la complicidad que nos ofrecen, porque es más fácil hacer el mal que no hacerlo".

lunes, 12 de octubre de 2009

Irving Penn va immortalitzar una bullabessa a BCN

La imatge que el fotògraf va captar d’un pantagruèlic plat de peix al restaurant Los Caracoles, el 1948. Foto: IRVING PENN
La imatge que el fotògraf va captar d’un pantagruèlic plat de peix al restaurant Los Caracoles, el 1948. Foto: IRVING PENN

JORDI PUNTÍ
BARCELONA

La postura sinuosa de Gisele Bundchen, la fragilitat de Kate Moss nua, la mirada fugissera de Picasso, totes aquelles models dels anys 60, vestides de Dior i fumant... La mort del fotògraf Irving Penn dimecres passat, quan tenia 92 anys, ha retornat al primer pla el glamur de les imatges que al llarg de la seva vida va fer per a la revista Vogue. Amb les seves portades i reportatges, Irving Penn va ser sens dubte un artista que va marcar el curs de la fotografia de moda. És tanta la seva importància, que la seva altra obra va quedar relegada a un pla més anecdòtic. Resulta que de tant en tant abandonava els modistes i les celebritats i el seu objectiu es fixava en mons gairebé oposats: els anys 40 va viatjar al Perú per retratar els indis quítxua.
Les fotografies d’Irving Penn van destacar sempre per la seva composició de to clàssic. El seu ull descansava en l’harmonia de colors i formes, ja fos buscant el costat menys obvi d’un ésser humà o arrencant l’emoció dels objectes més senzills. Aquesta mirada curiosa va ser la que el va portar a fotografiar, a Barcelona, l’agost del 1948, un pantagruèlic plat de sopa de peix.

AL RESTAURANT LOS CARACOLES / Malgrat haver fet aquesta fotografia fa més de 60 anys, Irving Penn no la va fer pública fins al 2001, quan va publicar un llibre que reunia naturaleses mortes capturades al llarg de la seva vida. El títol de la foto diu que va ser feta al restaurant Los Caracoles, que avui dia continua obert al carrer dels Escudellers, però desconeixem si encara serveix bullabesses tan esplèndides. Però, ¿com és que Irving Penn va quedar fascinat per aquells escamarlans i musclos que adornen la sopa?
L’any 1948 va ser clau en la carrera del fotògraf. Viatjant entre París i Nova York, es va dedicar a retratar un gran nombre d’artistes que després el van fer molt famós, entre ells Truman Capote, Marcel Duchamp i Igor Stravinsky. A l’agost, Vogue el va enviar a Barcelona per fer un reportatge fotogràfic. S’havia de titular Barcelona i Picasso, i el pintor era l’excusa per mostrar la ciutat. Quan va publicar la foto de la bullabessa, Penn va explicar en una entrevista per a The New Yorker que l’havia fotografiat perquè era el plat preferit del pintor.
Aquell estiu, Irving Penn va aprofitar l’estada a Catalunya per fer més fotos memorables. Va retratar els germans Junyer, Joan Miró amb la seva filla Dolors, i Salvador Dalí. La seva arribada a Barcelona va ser celebrada per la classe cultural. Al seu dietari de l’època, publicat amb el títol d’A flor d’oblit, el poeta Marià Manent escriu el 14 d’agost del 1948: «He hagut d’acompanyar un redactor del Vogue que va venir per preparar un reportatge gràfic sobre Picasso». I més endavant: «Vaig acompanyar el fotògraf a una corrida de toros. Dalí hi era i el va cridar: ‘S’han d’atendre les indicacions del geni’, em va dir Penn, amb un somriure».

IMPRESSIONAT / ¿Va ser Dalí qui el va portar a Los Caracoles? Podria ser. Jo m’imagino Irving Penn davant del plat, tan impressionat que vol capturar-lo amb la seva Rollei. Llavors agafa un parell de tovallons blancs i surt al carrer dels Escudellers per buscar una bona llum. Un cambrer el segueix amb el plat fumejant. Després el diposita a terra i el fotògraf dispara la càmera.

domingo, 11 de octubre de 2009

Trenta milions de brasilers han deixat de ser pobres des de l'arribada de Lula al poder

Trenta milions de brasilers han deixat de ser pobres des de l'arribada de Lula al poder

La designació de Rio de Janeiro Com a seu dels Jocs del 2016 ha consolidat el Brasil al mapa de les grans potències. Amb Lula com a artífex d’aquest 'gran salt', el país s'ha convertit en motor de la recuperació econòmica mundial i en la principal força militar de la regió. En aquest creixement, 30 milions de persones han deixat de ser pobres. No obstant, encara li queden deures per fer per eradicar la misèria.

El Brasil dual: la 'favela' irònicament anomenada Paraisópolis contrasta amb les piscines a les terrasses de l'altre costat del mur, a Sao Paulo. Foto: TUCA VIEIRA
El Brasil dual: la 'favela' irònicament anomenada Paraisópolis contrasta amb les piscines a les terrasses de l'altre costat del mur, a Sao Paulo. Foto: TUCA VIEIRA
ABEL GILBERT

El 1992, els Simpson van tenir la seva aventura al Brasil. El capítol es deia "Échale la culpa a Lisa". La família va aterrar en un Rio de Janeiro en què es representen tots els estereotips que pot tenir un nord-americà mitjà: sensualitat, violència, desmesura natural, bossa nova i cançons a l'estil Carmen Miranda. I, és clar, Homer és segrestat per un conductor de taxi sense llicència. Després, Bart i el seu pare són assaltats per nens del carrer.

Sis anys més tard, la mirada del Brasil en una altra sèrie popular dels EUA, South Park, dóna compte de com ha canviat la percepció d’aquest país de dimensions continentals. La història del capítol de South Park és la següent: un grup de policies espacials arriben a la Terra per buscar un lladre alienígena. I els personatges dels dibuixos s’enfronten a la disjuntiva de delatar-lo i entregar els milions robats pel delinqüent intergalàctic o quedar-se amb el botí. La decisió no sembla simple.

I, per això, el pare de Stan busca la resposta d’un president important. En aquell moment Lula entra en escena. L’acompanyen el francès Nicolas Sarkozy, el premier britànic Gordon Brown i la cancellera alemanya Angela Merkel, però en qualitat d’“assessors”.

Números per a l'eufòria

“El país mostra que camina a ­passos accelerats per convertir-se en potència mundial”, va dir, exultant, el setmanari Isto, enmig de les celebracions per l’obtenció de la seu olímpica del 2016. La victòria de Rio tanca anticipadament un any pletòric de bones notícies per al Brasil.

El ­país s’ha transformat en un dels motors de la recuperació econòmica mundial juntament amb la Xina, l’Índia, Indonèsia, Hong Kong, Taiwan i Singapur. L’activitat ha crescut l’1,9% el segon trimestre. L’atur va passar un altre cop del 9 al 8%. Bradesco, el principal banc privat de la regió, estima que si bé es tancarà l’any amb una caiguda del 0,5% del PIB, el 2010 es registrarà una altra vegada un rendiment positiu del 4,25%.


Els números són, en definitiva, els que alimenten l’eufòria. El Brasil és el segon país emergent a rebre més inversió estrangera directa després de la Xina. El real, la moneda nacional, es va revaluar un 31%. En els pitjors dies del col·lapse financer mundial, el Banc ­Central va haver de desprendre’s d’una part de les seves reserves. Aquestes han tornat al nivell de l’octubre del 2008 (143.000 milions d’euros).


Les transformacions s’adverteixen en fets simbòlics de tota mena. Des dels quotidians (l’obertura a la regió de la primera botiga on line de Kindle, el llibre electrònic d’Amazon) fins als assumptes estrictament comptables. El Brasil acaba de convertir-se en creditor del Fons Monetari Internacional (FMI), al qual va prestar 6.861 milions d’euros. “És un esdeveniment històric”, va dir el ministre d’Hisenda, Guido Mantega.

190 milions d’habitants

Les enormes dimensions del Brasil fan que tot passi i es mesuri en escales gegants, les coses extraordinàries i les tràgiques. En aquesta geografia habitada per més de 190 milions de persones no hi ha un o dos pro­cessos de canonització per part de l’Església catòlica: en aquests moments es compten en 60 els casos de revisió.


Els brasilers solen subratllar la qüestió de les proporcions. Per això, la notícia de la fusió de les empreses alimentàries Perdigao i Sadía (d’ara endavant Brasil Foods) va venir amb l’anunci que juntes tindran una participació mundial més gran del 55% en la venda de productes industrialitzats de carn i del 26% en l’exportació d’aus.


El Brasil té una fàbrica d’avions, Embraer, que competeix amb Boeing i Airbus. I una petro­lera estatal, Petrobras, qualificada com la 25a companyia del món, amb 80.000 milions de barrils de reserves, en virtut dels enormes descobriments d’hidrocarburs a la plataforma marítima. I comptarà amb la principal força militar regional després d’adquirir moderns caces i un submarí nuclear francès.

Les negociacions del canvi climàtic

L’èxit va començar a forjar-se a finals dels 90, sota la presidència de Fernando Henrique Cardoso. Però és amb l’arribada de Lula al poder, el gener del 2003, que els somnis de potència es comencen a semblar a la realitat. Lula espera que, d’acord amb aquesta projecció, el país aconsegueixi la seva butaca al Consell de Seguretat de les Nacions Unides.

Com a part d’aquest lideratge és que la UE i el Brasil van coincidir a unir esforços en les negociacions sobre canvi climàtic que al desembre es mantindran a Copenhaguen. Lula va reiterar a Brussel·les el compromís de reduir un 80% la desforestació amazònica des del present fins al 2020.

L’últim mesurament de Desenvolupament Humà de l’ONU dóna compte que el Brasil es troba en la posició 75, per sota encara de l’Argentina, un país que, als anys 50, tenia el doble del producte brut que el seu veí més gran.

La xifra revela que, malgrat el salt cap al futur, al Brasil li falta molt per fer per reduir les desigualtats socials. L’anomenada Borsa renda impulsada per Lula ha permès, no obstant, que 30 milions de persones deixessin de ser pobres i 21 milions d’aquest total pertanyin a una classe mitjana que suma més del 50% de la població.

El triomf del 2002

L’octubre del 2002, després del seu primer i històric triomf electoral, Lula va dir que se sentiria realitzat si, a l’abandonar el poder, tots els brasilers tinguessin garantits els quatre àpats diaris, encara que siguin modestos. Lula acaba el seu segon mandat l’últim dia del 2010. I, a diferència del que passa en altres països de l’Amèrica Llatina, va frenar tota temptativa d’una reforma constitucional que li permetés accedir a un tercer mandat consecutiu.

La seva cap de gabinet, l’exguerrillera Dilma Roussef, pot convertir-se no només en la continuadora del llegat de Lula sinó també en la primera dona del Brasil que arriba al càrrec més alt de l’Estat. I si bé les enquestes no són per ara gaire generoses amb ella, molts creuen que el carisma presidencial i la seva arrasadora popularitat (ja supera el 80% després de l’efecte Rio) contribuiran a la seva consagració en els comicis de l’any que ve.

Fill del Brasil

Fins i tot els tenaços adversaris del president es rendeixen davant l’evidència: el 2009 serà recordat com l’any de Lula. I el 2010 començarà amb la seva imatge escampada per tot el país. Perquè l’1 de gener s’estrenarà Lula, fill del Brasil, pel·lícula produïda per Luiz Carlos Barreto i dirigida pel seu fill Fabio.

El film explicarà la vida del fill del paupèrrim nord-est que un dia, amb l’escola primària tot just acabada, va arribar a Sao Paulo i allà, al cor industrial del país, es va convertir en el líder sindical que va organitzar la primera gran protesta contra la dictadura el 1980. Aquest mateix Lula més tard va fundar el PT i, després de tres fracassos electorals, es va convertir en el president de qui tothom parla al món, fins i tot a South Park.

El film, basat en la biografia de De­­nise Paraná i protagonitzat per un actor novell (Rui Ricardo Dias), té un pressupost de gairebé cinc milions que van ser aportats per empreses privades: les constructores brasileres OAS, Odebrecht i Camargo Correa, i les multinacionals Volks­wagen, Ambev, Hyundai, Grendena i Souza Cruz. En ple idil·li nacional amb el president, s’espera que el vegin 20 milions d’espectadors.

jueves, 1 de octubre de 2009

Els silencis culpables


  1. Avui també es calla davant de fets que soscaven la justícia, les llibertats i la democràcia
MARÍA TITOS
MARÍA TITOS
JESÚS López-Medel*

Ara es commemora el 70è aniversari de l’inici de la segona guerra mundial. El primer acte va ser la invasió alemanya de la veïna Polònia el setembre del 1939. L’acte oficial, amb presència dels dirigents polítics europeus, va tenir per eix aquest episodi militar. També moltes de les anàlisis realitzades ho són en aquest registre. No obstant, crec que s’ha parlat molt poc, ara, de com es va fonamentar aquella bogeria que donaria lloc a 60 milions de morts. Les accions bèl·liques van començar llavors, encara que un any abans l’annexió d’Àustria i dels Sudets va marcar el rumb cap al qual, inexorablement, com a destinació gairebé obligada, es va encaminar la humanitat en una de les seves pitjors tragèdies col·lectives. Però tot va començar bastant abans.
Encara segueixo impactat per un dels llibres que aquest estiu ha caigut a les meves mans. Historia de un alemán (Memorias 1914-1933) és un relat esgarrifós i revelador de la situació d’Alemanya abans de l’arribada d’Adolf Hitler al poder per via democràtica, i les seves actuacions en els primers mesos. El text el va escriure Sebastian Haffner (pseudònim) i no seria descobert ni, per tant, publicat fins al 2000, després de la mort del seu autor. És terrible veure com un llibre escrit bastant abans de l’inici de la guerra analitza amb amenitat i gran lucidesa en primera persona les bases psicològiques, sociològiques i polítiques que van portar tota una nació a una bogeria.

En la gènesi d’aquell gran desastre tindria gran valor l’acord d’aquell mateix estiu, quan l’Alemanya nazi i la Unió Soviètica es van aliar i es van repartir el món. Això donaria ales a les ànsies expansives dels alemanys. D’una manera particular, les tres repúbliques bàltiques, Estònia, Letònia i Lituània, patirien amb una gran virulència les brutals repressions dels seus successius ocupants. El pacte es trencaria el 1941, i precisament la gran contribució i patiment de l’URSS va ser decisiva per derrotar el nazisme. Una altra cosa és que, a part de cobrar-s’ho després a Ialta, la intervenció soviètica estigués sustentada en una ideologia opressiva, i que Stalin fos, juntament amb Hitler, un dels assassins més grans que ha conegut la història. Però això és geopolítica i el que vull ressaltar aquí és la lliçó que n’hem d’aprendre.
Tal com he indicat abans, dono un gran valor a l’anàlisi del que va portar a produir els fets ocorreguts ara fa 70 anys. Hitler va arribar al poder després de les eleccions del 1933, sis anys abans de l’inici de la contesa bèl·lica. Però ja en aquell període, i fins i tot abans, es van anar conjugant els elements que desembocarien en el que ja coneixem. De tots ells, vull centrar la meva anàlisi en el silenci. El silenci covard, el silenci vergonyant, el silenci còmplice de molts va ser essencial perquè el nazisme anés arrasant l’ètica d’un poble que assistiria, inicialment callat i després enfervorit, al rentat de cervell col·lectiu propi avui de les sectes. La immensa majoria d’alemanys es va quedar al país. Només en van fugir alguns caps preclars, com el mateix autor del llibre, a qui el nazisme li semblava groller i dictatorial, tot i que acabaria, gairebé sense adonar-se’n, aixecant el braç i exclamant Heil Hitler. Feia la passantia per ser advocat i hauria de fer, com en tants altres sectors, cursos de «camaraderia» en què la consciència s’anava debilitant fins a sortir-ne adoctrinada o narcotitzada.
El silenci dels juristes, el silenci dels partits democràtics, el silenci de les esglésies, el silenci dels altres països d’una inexistent comunitat internacional. Van passar moltes coses en aquell llarg període fins al començament de la guerra, però sobretot es va registrar un desolador silenci interior i exterior. El fracàs que després seria la guerra es va assentar sobre ell. La insolidaritat dels grups inicialment no afectats per l’aniquilació col·lectiva va ser tràgica i premonitòria del que succeiria amb tots. Establert en la mentida, com qualsevol règim dictatorial, cal recordar com, evocant Neró, Hitler una nit va fer incendiar el Reichstag (Parlament). La propaganda va expandir que els autors havien estat els comunistes. Una mentida per prohibir-los i clausurar el Parlament. Silenci dels altres partits opositors. Va ser només una mostra d’aquella paràbola de Martín Niemöler: van venir a buscar els comunistes, però com que jo no ho era; van venir a buscar els jueus, però com que jo no ho era…

Els silencis davant de fets que soscaven la justícia, les llibertats i la democràcia en qualsevol país del món també són lamentablement reals avui en dia. Tapar la corrupció perquè són dels nostres; callar «per cortesia» davant dels rebrots feixistes que reneixen manifestament en comportaments totalitaris i immorals; no donar valor a la creixent i gravíssima censura i control dels mitjans de comunicació en alguns països llatinoamericans; acceptar que es pugui alliberar un terrorista libi pres per afavorir una empresa petrolera nacional; silenciar l’existència de detencions il·legals i presons fantasmes per enfortir l’amic entossudit en una lluita contra el terror com a coartada del «tot s’hi val», incloent-hi restriccions de drets elementals; mirar cap a una altra banda davant la clara regressió democràtica d’un potent país del qual tenim dependència energètica, etcètera.
El gran desastre de fa 70 anys es va fonamentar sobre molts factors. Però, sobretot, en el silenci de molts. Que sapiguem aprendre’n la lliçó.

*Advocat de l’Estat

jueves, 24 de septiembre de 2009

Llibres, internet i cercadors


  1. Google és el nou bibliotecari de la humanitat, amb més capacitat que criteri
CABA
CABA
RAMON Folch*
Una persona a qui he enviat una determinada informació em diu, fent broma: “¡Ets millor que el Google, és un afalac del segle XXI!”. Té raó. No que jo sigui millor que el Google, sinó que ser-hi comparat favorablement és avui dia un afalac, perquè la rapidesa amb què aquest cercador troba centenars o milers de documents sobre qualsevol cosa és astoradora. La seva derivada Google Earth fa una cosa comparable amb les imatges aèries de la Terra. Aquelles ortofotos que costava tant de trobar 10 anys enrere són ara a l’abast de tothom, baldament corresponguin al més remot dels racons planetaris. Fantàstic.
Dos estudiants de Stanford University, Larry Page i Sergey Brin, van fundar Google l’any 1998. Al cap d’un any ja tenien finançament per valor de 25 milions de dòlars. Era una idea prometedora que mereixia ser recolzada. L’atreviment ven als Estats Units. Aquí desperta recel. La imaginació és mal vista entre nosaltres, se la confon amb la fantasia. Després admirem les consecucions nord-americanes –o les denigrem envejosament , però no modifiquem les nostres pautes. Aquí, els bancs deixen diners a qui ja en té. Una llàstima

Google és una alteració deliberada de la paraula googol, terme que l’any 1938 inventà el nen de nou anys Milton Sirotta, nebot del matemàtic novaiorquès Edward Kasner, per a designar el nombre incommensurable 10100 (un 1 seguit de 100 zeros) que s’acabava d’empescar el seu oncle. És un nom adequat per a aquest cercador que rep més de 100 milions de consultes diàries, les quals satisfà immediatament regirant en centèsimes de segon, gràcies a un potentíssim motor de recerca, més de 1.300 milions de bases de dades extretes de webs d’arreu del món.
Tot plegat mareja una mica i dóna la dimensió de la revolució silenciosa que ens han dut la informàtica i internet. Una revolució amplament socialitzada, perquè seria impossible sense moltíssimes complicitats. Per potent que sigui, el motor de recerca de Google no trobaria res, si no hi hagués res per cercar a la xarxa. És a dir, si milions d’usuaris no hi haguessin posat la informació que remenen els cercadors. La majoria prové de llibres i documents prèviament editats.
A la meravellosa Galleria degli Uffizi de Florència hi ha un quadre de Bartolomeo Schedoni –seleccionat, per cert, per a l’exposició El pa dels àngels, reeixida mostra de pintura religiosa barroca italiana exhibida a Caixafòrum de Barcelona a final del 2008 en què, sota la desconcertada mirada de la Mare de Déu i de sant Josep, el Nen Jesús i sant Joan Baptista consulten amb destresa un llibret. És una idealització, naturalment. Però sona a metàfora: les noves generacions dominen tècniques de comunicació que desborden les generacions anteriors.

Avui, internetés la biblioteca dels joves, que deserten del paper imprès dels pares i per això cada dia es venen menys llibres. Em corre tinta per les venes i participo emocionalment de l’angoixa dels llibreters. Però cal admetre que això no és cap drama cultural, si la creativitat s’expressa per altres vies. El problema és que ho fa en excés i sense sedassos. L’editorial electrònica Bubok ha publicat en dos anys 11.000 títols, però només ha venut 50.000 exemplars, és a dir, menys de cinc exemplars de cada títol. Per contra, moltes obres bàsiques no són a internet i, per tant, Google no les troba. Què se’n treu de topar amb els 11.000 títols de Bubok, si no trobem els de la Bernat Metge? Algunes grans biblioteques comencen a digitalitzar els seus fons i a penjar-los a la xarxa. Això sí que canvia les coses. Els cercadors, aleshores, troben gra enmig de tanta palla.
Google és el nou bibliotecari de la humanitat. Un bibliotecari rapidíssim i objectiu, però encara molt immadur quant a criteri. Aquest és el problema: com que ofereix tant, sembla que ho sàpiga tot. De fet, només ho troba; ho despenja de seguida, però no destria el que dóna. Lliura la informació, sigui cultura, dades o bajanades, jerarquitzada segons l’atenció que les consultes anteriors han anat posant de manifest, de manera que Google és avui més elaborat i fiable que ahir i una mica menys que demà, però només en termes de mercat. El rigor i la qualitat no depenen del volum de la demanda. Sovint és al revés.

En tot cas, em crida l’atenció la indiferència amb què les noves generacions es miren totes aquestes coses extraordinàries. Han nascut en ple terratrèmol i no parpellegen veient moure’s les muntanyes. Troben natural que darrere una pantalla i quatre tecles resideixi tota la informació quotidiana i el saber universal. El proper pas podria ser trobar banal el saber en ell mateix. Podria passar que mil·lennis d’esforç i creativitat fossin considerats una cosa trivial. Això sí que acabaria essent un problema seriós, perquè la cultura esdevindria una commodity, una prestació aliena a l’activitat intel·lectual de cadascú. Ho tindríem tot, no sabríem res. Un mal dia, aleshores, arribaria que ningú es molestaria a fer cap pregunta sobre coneixement al Google: total, ¿per què? Correm el risc que la xarxa esdevingui una immensa biblioteca virtual amb molts consumidors displicents i cap lector emocionat. O potser no. Potser tindrem una feliç nova alternativa: pocs llibres i bons, com abans, i escrits fets per tothom, més informació no cultural diversa, poblant la xarxa. Tant de bo.

*Socioecòleg i director general d’ERF

miércoles, 16 de septiembre de 2009

Musulmanas sin lengua

Pilar Rahola | 17/09/2009 |

La crónica negra de la mujer islámica es una retahíla de horrores que, por ella sola, llenaría las páginas diariamente. Sólo nos llegan los nombres de las mujeres más emblemáticas –quizás porque su valentía las visualiza, más allá de la opacidad en la que viven–, o los de aquellas pobres mujeres cuyo horror traspasa nuestra endémica indiferencia. Pero detrás de cada nombre, agazapado en la oscuridad de leyes terribles, hay miles de otras mujeres cuyo calvario no vemos, no oímos y no tenemos interés en relatar. La última noticia habla de Fauziya Abdalah, con sus doce añitos desangrándose durante tres días de parto, su matrimonio forzado, su sufrimiento inútil, su muerte. ¿Cuántas miles como ellas son arrancadas en plena infancia, desprotegidas por leyes que consideran a la mujer un mero aparato reproductor, propiedad tiránica del hombre que la ha adquirido? Es cierto que existen Fauziyas en todas las sociedades, pero la diferencia es fundamental: en ninguna otra cultura se debate la bondad religiosa de esta brutal práctica, y si existen hombres de Dios que la defienden, existen sociedades que la persiguen penalmente. En el islam, para desgracia del propio islam, crece la regresión hacia las posiciones más cavernícolas. Crece el islam medieval. Detrás de Fauziya, pues, miles de niñitas abruptamente arrancadas, legalmente, de sus cuentos de hadas. Y no parece que su situación vaya a mejorar.

MÁS INFORMACIÓN

Y si Fauziya es la cara de la niña esposa, la región indonesia de Aceh es la última cara de la lapidación, después de que esta haya sido aprobada como castigo contra la "degradación moral". Legal en muchos países islámicos, no sólo no desaparece, sino que lentamente va reapareciendo allí donde no existía. Y así, lejos de aumentar la influencia del islam culto, modernizador y libre para sus mujeres, aumenta la influencia del islam que las esclaviza. Y que no nos venga Alcoverro hablando de pobreza. Esto no es tribalismo pobre. Esto es ideología, a menudo profusamente financiada con petrodólares. Mujeres lapidadas por amar a alguien, por ser violadas por alguien, por ser sencillamente despreciadas por alguien. El horror de las piedras quebrando sus huesos, su piel ensangrentada, el odio de un machismo delirante, arrancando su último aliento, y… todo legal. Podríamos hablar de tantas otras mujeres, la sudanesa que lucha por llevar pantalones, la malasia condenada a azotes por beber cerveza, las valientes luchadoras con fetuas de muerte en su cabeza, las que no tienen voz, pero gritan en el silencio. Millones. Hay un islam delirante, malvado, cruel. Ese islam tiene que perder la guerra de las ideas. Porque el islam de las mujeres y los hombres libres es un islam bello que merece un gran lugar en la historia moderna. No puede ser usurpado por estos locos medievales cuyo fanatismo violento sólo lleva a la destrucción.

sábado, 5 de septiembre de 2009

El 'Harry Potter' que agitó la City

©

Matthew Robson, de 15 años, revolucionó este verano el corazón financiero de Londres con un informe sobre medios de comunicación

JOSEBA ELOLA 05/09/2009

El 'Harry Potter' que agitó la City es un reportaje del suplemento DOMINGO de EL PAÍS del 6 de septiembre de 2009.

Todo empezó con un paseo y un orín de Rudy. Rudy es el perro de la familia Robson, el artífice en la sombra de esta rocambolesca historia protagonizada por un chaval con aspecto de Harry Potter, un adolescente de quince años que no es mago, pero que consiguió revolucionar la City londinense este verano con sus irreverentes reflexiones sobre periódicos, radios, marketing viral y teléfonos móviles.

Los adolescentes pasan de Twitter, prefieren Facebook. No hay quien se lea un periódico con esas largas columnas de texto. La consola es mi teléfono. El móvil sólo lo uso para enviar mensajes. Me gusta el marketing viral [técnica de propagación publicitaria por internet]. No quiero nada que lleve cables. Estas fueron algunas de las opiniones que vertió, negro sobre blanco, en un informe para Morgan Stanley. Informe que llegó a manos del Financial Times, que lo colocó en su portada. Docenas de gestores y directivos de la City se pusieron en contacto con el banco de inversiones para saber más sobre ese estudio y sobre su autor. El autor estaba en prácticas y tenía quince años.

El paseo y el orín, sí. Así arranca esta historia, en el formidable parque de Greenwich, al sureste de Londres. Allí salió a pasear Sheila, la madre de Matthew, con Rudy, el perro de la familia. Allí fue donde Sheila se encontró con Sian, la mujer del alto ejecutivo de Morgan Stanley. Allí fue donde Sheila le comentó que a su hijo Matthew le habían pedido en el cole que buscara una empresa para unas prácticas de dos semanas. Así se inicia la carambola.

Matthew se pone por primera vez en su vida traje y corbata, y se presenta en las gigantescas oficinas centrales del banco de inversiones, finales del mes de junio.Era la primera vez que se vestía así. "Me sentí bastante adulto con ese traje negro", confiesa, tímido, en la recepción de unos apartamentos de Palma de Mallorca. La familia Robson adora venir de vacaciones a España. Matthew ya ha acudido siete veranos: a Mallorca, a Tenerife, a Gran Canaria. Y este año, después de tanto revuelo, no podía ser menos, aunque los apartamentos se encuentren a apenas medio kilómetro de donde se produjo este verano el atentado terrorista de ETA, en Palmanova, al suroeste de la isla.

Le piden un informe. De cómo ven los adolescentes los medios. Un informe de los que sirven para asesorar a inversores. Matthew habla con unos diez amigos y, con absoluto desparpajo, se pone a escribir. El trabajo, tan natural como exento de rigor científico, gusta tanto a Edward Hill-Wood, analista de medios de la firma estadounidense, que lo hace llegar al Financial Times. Una vez el diario económico lo publica en portada, los teléfonos de Morgan Stanley empiezan a rugir; el informe del chaval recibe seis veces más retroalimentación que cualquier otro sesudo estudio elaborado durante meses por los expertos de la firma.

Matthew tiene mirada de chico listo. Es alto, delgado y un tanto desgarbado. Le encanta la ciencia, sobre todo la química. Es gran fan de la banda estadounidense The Killers. Y es muy tímido, "mucho menos que antes", dice. "Lo que más me sorprendió fue cuando me llamó mi primo desde Bélgica y mi tío de Australia", cuenta. "En ese momento me di cuenta de que el fenómeno era global. Es un poco chocante ver tu nombre por todas partes", relata con el móvil entre las manos.

No es que el contenido de su trabajo fuera ultranovedoso. Pero resultaba revelador. La franqueza con la que estaba escrito conquistó a los ejecutivos de la City: "No conozco ningún adolescente que lea con regularidad periódicos", escribió, "la mayoría no tiene tiempo ni se complica la vida con páginas y páginas de texto cuando pueden ver las noticias resumidas en internet o en la televisión". ¿Más reflexiones?: la mayoría de los adolescentes nunca se ha comprado un cedé; al cine se va a ver qué hay, sin saber de antemano qué película se quiere ver; nadie se compra ya tonos o imágenes para el móvil por la mala prensa que tienen y porque se pueden bajar gratis de Internet;la mayoría no escucha música en la radio, y dejarle que elija él la música cuando hay sitios de radio a la carta en los que la música la eliges tú. Reflexiones discutibles - "los juegos de pecé tienen poco o ningún hueco en el mercado adolescente"- , otras sobradamente conocidas, pero, en cualquier caso, mensajes directos y claros.

"Es un chico que piensa antes de actuar, es sensato", dice, orgulloso, Bill, el padre de la criatura, con su sombrero Panamá y su cerveza en la mano, en la terraza de los apartamentos mallorquines. Bill Robson, de 70 años, se ha pasado media vida viajando por el mundo como alto ejecutivo de British Petroleum. Dice que no sabe demasiado de algunas de las cosas de las que habla el informe de su hijo ?del que le separan 55 años?, pero que le gustó en cuanto lo leyó. "Me pareció serio y muy bien escrito".

Matthew cuenta que, de mayor, le gustaría trabajar en un banco de inversiones. En un periódico, desde luego, parece poco probable que acabe trabajando. Y eso que, paradojas de la vida, fue precisamente la portada de un tradicional periódico en papel la que catapultó su historia a lo largo y ancho del mundo.